FÚTBOL | TROFEO SANTIAGO BERNABÉU

Kaká se exhibe en el homenaje a Di Stéfano

El brasileño marcó tres de los ocho goles que el Real Madrid le endosó al Millonarios de Bogotá

MADRID Actualizado: Guardar
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La historia volvía a Chamartín. Era la noche de la ‘Saeta’. En el Santiago Bernabéu, con motivo de la trigésimo cuarta edición del Trofeo con este mismo nombre, se rendía homenaje a Di Stéfano y el Real Madrid se dio un festín de goles ante el Millonarios de Bogotá, primer club con el que Don Alfredo jugó en feudo madridista hace ya sesenta años. Una fiesta, un encuentro sin castigos ni polémicas de ningún tipo que comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria de Alonso Ezquerra, benjamín del equipo blanco recientemente fallecido por un atropello. Los de José Mourinho recuperaron el olfato de gol perdido en los primeros encuentros de esta temporada: 7 tantos en Liga cuando a estas alturas de la campaña anterior ya llevaban 16. La mitad de los que le endosaron al flojo equipo colombiano.

El Real Madrid se tomó en serio el amistoso. Los jugadores se dejaron todo, como siempre pide el presidente de honor, y en un encuentro como los de su época, con muchos jugadores atacando, pasaron por encima de un Millonarios en el que muchos de sus integrantes quedaron impactados por la imagen del Santiago Bernabéu.

El homenaje apareció a contrapié, 48 horas después del partido en Vallecas y en una semana en la que Mourinho quería hacer estrategia con sus jugadores. El técnico portugués dio los primeros minutos desde que empezó la temporada a Kaká, protagonista del culebrón del verano y que tuvo una de las últimas oportunidades para demostrar a ‘Mou’ su valía en el club. El brasileño no desaprovechó la ocasión durante los primeros minutos este año en competición oficial. Salió con intensidad y no solo participó en todas las jugadas de ataque del equipo sino que marcó tres goles para salir de su ostracismo. El primero, un golazo con la zurda; el segundo, con algo de fortuna; y el tercero, de penalti, en la segunda mitad. Triplete, capitanía y ‘MVP’ del trofeo para el brasileño.

Kaká es pretendido por el Galatasaray turco, siempre y cuando logren superar la fase de grupos de la Liga de Campeones. Mourinho también repartió tiempo entre los menos habituales (Varane, Albiol, Callejón, que llevaba dos partidos consecutivos fuera de la convocatoria, o Carvalho) así como a varios de los canteranos del equipo (Nacho, Adán, Álex, Cheryshev, Mosquera, Jesús Fernández, Mario Hermoso, Derik y Morata). Este último fue autor de dos de los cinco goles con los que el Real Madrid cerró el primer tiempo.

Contundente

Los blancos hicieron pagar a Millonarios su descaro por venirse arriba sin cuidar la retaguardia. En catorce minutos, el Real Madrid ya había marcado cuatro goles.

Durante la segunda parte la emoción estaba en ver cuántos goles sería capaz de anotar el equipo de ‘Mou’. Salieron tranquilos y los cambios se fueron sucediendo. Entraron Benzema, Modric, Essien y la mayoría de canteranos. Kaká anotó su tercer gol tras un penalti cometido sobre Coentrao, y Callejón aprovechaba un balón en la frontal para poner el séptimo en el marcador, segundo en su cuenta particular. Solo unos minutos antes de que Benzema hiciera el octavo gol en el Bernabéu a pase magistral de Modric. El francés cerró así la mayor goleada en la historia del torneo madridista. No dio a basto Delgado, guardameta del conjunto sudamericano, pese a destacar en multitud de paradas.

Una lluvia de goles como homenaje a un ‘matador’ como Di Stéfano, que pudo sonreír en el palco, tras comprobar como el paso del tiempo ha alejado al fútbol colombiano del nivel del español. Nada queda de aquel Millonarios de su época, con el que hace 60 años se exhibió en el Bernabéu para ganarse el fichaje por el Real Madrid. Tiempos sin televisión, internet ni redes sociales en los que solo algunos privilegiados pudieron ver a aquel rubio de 25 años con toque sublime que llegó a Madrid para pasar dos días y que ya lleva toda una vida. El fútbol sin él no sería igual. Tampoco este Madrid tal y como hoy lo conocemos. Su palmarés fue glorioso: Cinco Copas de Europa, ocho Ligas, una Copa Intercontinental, dos Balonces de Oro...Posteriormente entrenó al primer equipo durante 68 partidos y desde el año 2000, presidente de honor del club en el que es una leyenda. Probablemente sea el mejor jugador en la historia del Real Madrid. Un hombre eterno.