aniversario de la masacre

«Tengo que saber lo que pasó y por qué lo hizo»

La mayoría de los primeros ministros del país acamparon algún día en los prados de Utoya

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Muchos padres perdieron a sus hijos. Muchas escuelas han tenido un pupitre vacío durante el último curso. Muchas personas echarán hoy en falta a un amigo. «Noruega es un país con tan solo cinco millones de habitantes, casi todo el mundo conocía a alguien que estaba en la isla», comenta Carmen Sanz. Y es que de este 'diamante' han salido gran parte de las promesas laboristas de los últimos 60 años. De hecho, la mayoría de los primeros ministros del país acamparon algún día en sus prados.

Es más, el día anterior a la matanza, Jonas Gahr Store, actual ministro de Asuntos Exteriores, jugó en el islote un partido de fútbol con algunos miembros del AUF (las juventudes del Arbeiderpartiet). Y una poco previsora Gro Harlem Brundtland (jefa de Gobierno entre 1986 y 1996) visitó Utoya el mismo 22 de julio bajo un fuerte aguacero y tuvo que pedir prestadas unas botas de agua a Bano Rashid, una joven de 18 años considerada «una de las líderes de la Noruega del futuro» que pocas horas después era asesinada.

Desde entonces, cada uno de los supervivientes se ha tomado la vida de una forma distinta. Algunos han preferido mantenerse detrás del telón, mientras otros han aceptado sin problemas un papel protagonista. Åsmund Aukrust, el organizador de la última edición del campamento, ha decidido desconectar y no hablar de lo sucedido. Mientras tanto, Frida Holm Skoglund se lo toma con cierto humor negro y en su perfil de la red social Twitter se describe como una persona hecha «a prueba de balas», «como los héroes».

Quien no ha dudado en seguir a diario la actualidad es Khamshajiny Gunaratnam, alias 'Kamzy'. Durante las diez semanas de juicio a Breivik, esta concejala del Ayuntamiento de Oslo colaboró el tabloide noruego Dagbladet. «Estoy aquí porque tengo la necesidad de saber qué pasó y por qué lo hizo», escribió, y razonó que la sentencia determinará «el tratamiento que necesita la comunidad».