Kristen Stewart ha pasado por Cannes para presentar 'On the road'. / Jean-Paul Pelissier (Reuters)
FESTIVAL de CANNES

Jaime Rosales: «Estoy en fase de exploración»

El director de 'La soledad' presenta en La Quincena de Realizadores 'Sueño y silencio'

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¡Por fin una película española en Cannes! Se trata de 'Sueño y silencio', de Jaime Rosales, ganador del Goya por 'La soledad'. El director cuenta como el azar puede influir y determinar la existencia de una familia, en un filme que funciona más por lo que calla que por lo que muestra. La película se presentó en La Quincena de Realizadores, la más prestigiosa de las secciones paralelas del certamen galo, dedicada por completo al cine de autor. Rodada en blanco y negro, llegará a las pantallas españolas el 8 de junio, y sigue a un matrimonio español con dos hijas de corta edad que viven en París. Él es arquitecto y ella da clases de español. Durante unas vacaciones en el delta del Ebro, un accidente de coche transforma sus vidas. Muere una de las hijas y el padre queda amnésico. Cuando se recupera no recuerda nada de la hija fallecida, como si no hubiese existido nunca.

"Es mi película más trabajada. Nunca una película española ha tenido tantas horas del director metido en ella como esta", dice Rosales, un habitual del Festival de Cannes, que ya estuvo con su ópera prima, 'Las horas del día', en la Quincena; y con 'La soledad' en 'Un certain regard'. "El origen está en 'El sacrificio de Isaac' y 'El sacrificio de Cristo' de Miquel Barceló -el pintor, de espaldas elaborando sus cuadros, abre y cierra el filme-, pero conforme la desarrollaba, he ido desplazando este centro temático. Habla del valor de la vida, de la emoción, del hueco que dejan las ausencias, de la trascendencia...", explica Rosales, que rodó con actores no profesionales surgidos de numerosos castings, y a toma única, es decir, sin repetir nunca ninguna escena, para luego montar las que tenían más valor y fuerza. "La arquitectura del filme está sustentada sobre dos pilares, la toma única y los actores naturales, lo que crea una puesta en escena muy improvisada. Entrevisté a más de 300 personas en los castings, media hora con cada una, hasta ir encontrando elementos que encajasen entre ellas. Después, con los seleccionados, hicimos una convivencia como si fueran los miembros una familia, en la que se incorporaron elementos propios de cada uno de los actores", comentó.

El director quería solo lo esencial: "Llegué a rodar incluso con un helicóptero, pero después quité los planos que hicimos desde el aire porque me sobraban". Rosales no muestra el accidente que se lleva la vida de la niña, sino que el espectador lo deberá deducir por las escenas posteriores: "La escena estaba rodada. Con muchos medios y durante varios días, pero ya en el último montaje, le dije al montador ¿y si la quitamos? Y él estuvo de acuerdo". Ninguna de las películas de Jaime Rosales se parece entre sí, aunque todas poseen un mínimo común denominador inconfundble. El cineasta asegura que aún está buscando un sello propio: "Yo todavía no he encontrado mi matriz. Pintores como Pollock o Miró tardaron en encontrarla. Pasaron sus épocas de exploración hasta dar con ella, hasta que apareciesen elementos propios. Yo estoy en esa fase de exploración. No he dado aun con mi matriz. Cuando la encuentre, si es que la encuentro, haré variaciones temáticas".

'Sueño y silencio' es, como 'La soledad' o 'Tiro en la cabeza', una película para un público determinado. No es un filme para verse en centros comerciales consumiendo palomitas, sino para que. en pequeñas salas, el espectador, tras el visionado, dedique un tiempo a reflexionar sobre ella. El resultado es fascinante, pero hay que entrar en las propuestas de Rosales. La fuerza de los personajes y la construcción narrativa llegan a atrapar a quién se muestre predispuesto. Y ya no le van a soltar.

Vuelta de un mito

El aspecto más interesante del día, además de Rosales, fue el regreso al cine del italiano Bernardo Bertolucci tras una terrible enfermedad que le ha mantenido inactivo y en silla de ruedas durante una década. 'Yo y tú' sigue a Lorenzo, un joven solitario de 14 años. Dispuesto a engañar a su madre con la que vive y saltarse un viaje escolar de esquí decide realizar su sueño y esconderse durante la semana que se le supone en la nieve, en el sótano abandonado de su inmueble. Desea vivir totalmente aislado con su música y sus libros preferidos. Pero la llegada inesperada de su hermanastra Olivia lo cambiará todo. Ella es mayor que él y tiene experiencia en la vida. El tiempo que compartirán juntos inspirará a Lorenzo para que un día pueda decir adiós a su vida de niño y adentrarse en el torbellino de la vida de los adultos. La película profundiza en el universo adolescente, que ya había tocado en 'Soñadores', su anterior filme. Una película muy menor, bastante inferior a aquella, cuyo peso recae casi totalmente en su joven protagonista, Jacopo Olmo Antinori, bien acompañado por Tea Falco, su hermanastra drogadicta. "Me di cuenta que cada vez existen más jóvenes como Lorenzo, que se encierran para evitar ahogarse y sufrir. Entre los jóvenes existe sobre todo el deseo de afirmar su propia identidad. Por culpa de Internet y de Facebook, todo eso se ha desnaturalizado pero la idea de fondo es afirmarse y tener conciencia de uno mismo", dijo el joven actor, que sale airoso del envite.

Por otra parte, la competición trajo dos nuevas decepciones. El brasileño Walter Salles ('Estación Central do Brasil', 'Diarios de motocicleta') se ha ido a Estados Unidos para rodar la adaptación de 'On the road', la novela que consagró a Jack Kerouac como referente de la generación beat. Pero 'On the road' resulta una adaptación plana y sin emoción, ceñida a lo más superficial del libro. En el reparto, junto a Garrett Hedlund y Sam Ridley, los dos protagonistas, aparecen Kristen Stewart, Amy Adams, Tom Sturridge, Elizabeth Moss, Kirsten Dunst o Viggo Mortensen. Como se sabe, la trama muestra como, a finales de los años 50, al día siguiente de la muerte de su padre, Sal Paradise, un aprendiz de escritor neoyorquino, se topa con Dean Moriarty, un joven expresidiario con un encanto arrollador que está casado con Marylou, una mujer muy libre y seductora. El entendimiento entre Sal y Dean es inmediato. Decididos a no dejarse encerrar en una existencia estrecha, los dos amigos rompen sus vínculos y se lanzan a la carretera con Marylou. Sedientos de libertad, los tres jóvenes parten a la búsqueda del mundo, de los demás y de sí mismos.

Walter Salles explicó de los orígenes de su película: "Nos tomó ochos años hacerla. Incluso pensamos en hacer un documental para utilizarlo como base. Cuenta el despertar político y social de dos jóvenes que descubren una geografía humana de la cual no sabían nada". Vigo Mortensen, que interpreta un pequeño personaje desveló que leyó el libro para hacer la película. "Me di cuenta de que es muy actual. Hoy en día, también vemos cierto rechazo por parte de los jóvenes hacia la crisis económica y hacia las autoridades. Creo que era el momento oportuno para lanzar la película. Las personas de mi generación, que probablemente releen el libro con algo de nostalgia, y también los jóvenes, se identifican con la época, con lo que sucedió. Lo que me gusta del libro es la extraordinaria libertad de interpretación que ofrece. Walter ha hecho algo nuevo con los personajes, no se ha limitado a hacer una copia idéntica", comentó. El problema de la película es que no profundiza en ningún personaje. Una película excesivamente larga (dos horas), que no es más que una 'road movie' muy fría que no transmite emoción. Por ella van desfilando una serie de personajes que aparecen y desparecen sin demasiada explicación.

Peor fue la nueva película de Leos Carax, uno de los 'enfant terribles' del cine francés: 'Holy Motors', una película de enorme pretenciosidad a mayor gloria del actor Denis Lavant, que da vida a un personaje llamado monsieur Oscar. Desde el amanecer hasta la noche, muestra algunas horas en de su existencia, una persona que viaja de vida en vida. Pasa de ser un gran ejecutivo a un asesino, después un mendigo, una criatura monstruosa, un padre de familia... Oscar parece interpretar varios papeles, sumergiéndose completamente en cada uno de ellos. La película no suscitó ni siquiera pateos, simplemente risas.