«No existen los pies perfectos»

Gracias a una lesión que truncó su sueño de ser campeón de esquí descubrió su verdadera vocación. Bastien González cuenta con clientes de la talla de las actrices Catherine Deneuve y Catherine Zeta Jones, la 'top' Naomi Campbell, la exigente familia real saudí o el cantante Mick Jagger.

El gurú de las pedicuras es internacionalmente conocido por su exclusiva técnica, en la que fusiona salud, belleza y bienestar. Su tratamiento ha sido reconocido como "el mejor" por la revista Harper´s Bazaar Spa Awards 2012 y la prestigiosa versión estadounidense de Vogue. El propio Bastien nos hace un hueco en su apretada agenda para contarnos sus secretos de belleza.

- Pregunta: Dice no haber visto nunca unos pies perfectos...

De hecho, no existen los pies perfectos. Nos sostienen y sufren muchas fricciones, golpes y presiones. Las consecuencias de estas agresiones diarias son muchas, como la acumulación de piel seca y muerta, dolores articulares, tendinitis, dolores musculares y sensación de piernas pesadas. ¿Cómo evitar esos problemas? Masajeando los pies a diario desde los dedos hasta las rodillas, además de combinando un buen cuidado de los pies de manera placentera.

- ¿Cuál es su tratamiento más caro?

Cuando la calidad y el servicio se unen, el precio nunca es un problema. En cualquier caso, la tecnicidad y conocimientos que requiere la pedicura Bastien hacen que no sea barato. En una hora el cliente tiene la oportunidad de encontrarse con una persona que le ofrece el equivalente a tres disciplinas: médica, belleza y relajación.

El Bastien´s Duo, que dura 75 minutos, cuenta con dos terapistas que tratan los pies y las manos al mismo tiempo, entrenados para trabajar de manera excepcional y detallada es nuestro tratamiento más lujoso, eficiente y relajante. El aspecto más importante del tratamiento es que está creado desde el punto de vista de la prevención: educamos a la gente para que sepan como evitar los problemas. ¡Eso no tiene precio!

- ¿Hay algún error que cometamos con frecuencia?

Cuando no se tienen los conocimientos es fácil cometer errores. Uno de los mayores es el uso de laca de uñas con color. Son muy bonitas y siguen las tendencias, pero hay que respetar la máxima de llevarlas como mucho durante tres días. Es como el maquillaje de la cara, nadie lo lleva más de un día. Tienen que ser de uso puntual. El uso de laca de uñas hace que estas terminen amarilleando por la cantidad de agentes químicos que contienen y que pueden llegar al torrente sanguíneo.

Lo más normal es que el uso de laca de uñas haga que se entre en un círculo vicioso en el que la laca de uñas pasa a convertirse en una máscara para esconder el mal estado en el que estas están. La discreción y el cuidado son las bases de la belleza real. Se pueden conseguir una uñas de aspecto sano y cuidado con un brillo natural puliéndolas.

- ¿Son los tacones los peores enemigos de una mujer?

Como hombre, yo los adoro. No mentiré, hacen que las piernas tengan un aspecto muy bello, pero deben ser llevados con moderación. Si se llevan en exceso causan problemas en los pies como callos, agarrotamiento del tendón de Aquiles, uñas encarnadas e inflamación de ligamentos. El problema está en que son muy estrechos y transfieren todo el peso del cuerpo al pie, causando una posición anormal al resto del cuerpo, especialmente a la espalda, caderas, rodillas, tobillos y pies. Después de llevarlos hay que procurarles muchos mimos y cuidados, masajearlos para recuperar el volumen de las suelas. Con solo veinte segundos de masaje al día los pies están sanos y con sus volúmenes en correcto estado.

- ¿En que país prestan más atención a su pedicura?

Yo diría que, en general, en los países asiáticos tienen más disciplina para cuidarse que los europeos. En la antigua Asia existía el ritual de lavar los pies de tus invitados dándoles un baño mientras les agradecías su visita a casa. Creo que de alguna manera ese 'fetichismo' hacia los pies permanece muy arraigado en esos países.

- ¿Se considera fetichista?

No diría que soy un fetichista de los pies, sino un hombre fetichista de hacer que mis clientes se vuelvan fetichistas con sus propios pies. Hacer que muestren atención y cuidado hacia la salud y bienestar de sus uñas y su piel enseñándoles buenas técnicas para repararlas y rejuvenecerlas.