María Luisa T, una de las mujeres afectadas. / Fernando Alvarado (Efe)
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«Dijo que me quitaba a mi hija por adúltera»

Declara ante el juez María Luisa Torres, la mujer que acusa a la monja María Gómez Valbuena de haberle sustraído a su bebé en 1982 en un hospital madrileño

MADRID Actualizado: Guardar
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María Luisa Torres, la mujer que acusa a la monja María Gómez Valbuena de haberle sustraído a una hija que tuvo en 1982 en un hospital madrileño, ha ratificado hoy ante un juez que la religiosa le dijo que le quitaba a la bebé "por adúltera", ya que el padre no era su marido. Torres y su hija Pilar, que se reencontraron hace medio año tras confirmarse su relación biológica por pruebas de ADN, han comparecido durante dos horas ante el titular del juzgado de instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero.

A la salida, María Luisa ha explicado que su declaración le "ha dolido" por tener que volver a pasar "por toda la historia otra vez", pero que estaba satisfecha porque había contado al juez "la verdad" y le había informado "punto por punto de cómo sucedieron las cosas". "Solo espero que haya justicia, tanto sufrimiento no puede quedar así", ha afirmado entre lágrimas.

Su hija Pilar, que el pasado domingo celebró una reunión con su familia biológica por su 30 cumpleaños y que también ha salido llorando de los juzgados, ha comentado que confía en la justicia y, en referencia a la monja, ha destacado: "Si no lo paga aquí, que lo pague arriba". A la joven la habían contado desde pequeña que sus padres la habían adoptado porque su verdadera madre, que se dedicaba a "la mala vida", "la había abandonado", según fuentes jurídicas, que han resaltado que Pilar llegó a ir con su padre adoptivo a un programa de televisión para buscar a su progenitora.

Esta denuncia por detención ilegal contra la monja Gómez Valbuena es la primera que llega a un juzgado después de que la Fiscalía de Madrid viera indicios de delito en la actuación de la religiosa, que trabajó en las clínicas Santa Cristina y San Ramón de la capital a las órdenes del médico Eduardo Vela.

"Todos somos María Luisa"

Torres, que dio a luz en marzo de 1982 a su hija en la clínica Santa Cristina de Madrid, estaba separada de hecho de su marido, con el que tenía una hija, y acudió a la monja acusada porque le habían dicho que ayudaba a madres con problemas. Sin embargo, tras dar a luz a la hija que tuvo de una relación con otro hombre, sor María le dijo en el mismo hospital que la bebé había muerto, luego que la iba a dar en adopción a un matrimonio francés y, finalmente, que se la quitaba "por adúltera". La denunciante ha recordado que la religiosa, "con todo descaro y crueldad", le amenazó con que si hablaba le quitaba a su otra hija e incluso la podía llevar "a la cárcel".

María Luisa, que ha estado arropada por su madre, María Romero, ha recibido en los juzgados los aplausos de una veintena de afectados por el caso de los "niños robados", en el que se investiga la sustracción de bebés entre las décadas de los años 40 y 90 tras decirle a sus padres que habían fallecido en el parto. "Todos somos María Luisa" es el eslogan escrito en algunas pancartas en su apoyo, y ella, que tuvo una tercera hija con su primer marido, ha confiado en que a partir de ahora "se den pasos de gigante" en las investigaciones porque hay "miles de casos" como el suyo.

El abogado de la víctima, Guillermo Peña, ha explicado que a la declaración no ha acudido el abogado de la religiosa, un hecho que quizá podría determinar una anulación de las actuaciones. "Ahora está en manos del juzgado, que deberá decidir si la causa continúa y cómo continúa", ha añadido el letrado, quien ha confirmado también que el juez llamará a declarar a sorMaría en las próximas semanas. Está previsto que el próximo día 12 las asociaciones de "niños robados" se reúnan con los ministro del Interior, Justicia y Sanidad, Jorge Fernández, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato, respectivamente, y con el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce.