Vestuarios reconvertidos en 'rings'

Último tramo de competición. La cuerda se tensa. Como diría Luis Aragonés: “La Liga son los últimos diez partidos”. Y eso, los equipos, lo notan. Tanta presión hay en el vestuario del Real Madrid que, dos compañeros, que además son amigos, se recriminan acciones dentro del campo. “Anima un poco”, le decía Sergio Ramos a su capitán, a lo que este respondía: “No me sale de los cojones”. A este pequeño cruce de recriminaciones no hay que darle mayor importancia. Son grandes profesionales, quieren ganar y todo queda en el terreno de juego.

Son muchos los encontronazos entre componentes del mismo equipo. La discrepancia entre el sevillano y el de Móstoles recuerda a otras muchas en el fútbol a lo largo de los años. Una muy parecida, vista también sobre el césped, fue la protagonizada por los zagueros del Barcelona Alves y Piqué. En la pasada campaña, en un partido en el Camp Nou frente al Betis, el central azulgrana le recriminó de manera muy acalorada una falta de marcaje al ‘brasileiro’. El lateral se lo tomó muy mal y tuvieron una discusión muy subida de tono en la que Alves incluso llegó a quitarle el brazo a Piqué de forma un tanto violenta.

No solo el propio partido es escenario de estos desplantes entre compañeros. El marco más habitual en el que acontecen este tipo de actos son los campos de entrenamiento o vestuarios. En este contexto vuelve a aparecer Piqué. En un ‘rondito’ en Sant Joan Despi la pasada temporada, por una entrada más fuerte de la cuenta, casi llegan a las manos el zaguero del Barça con Jorquera, portero suplente.

También en Valdebebas se han visto sucesos de la misma índole. En el Madrid de Capello, que acabó llevándose la Liga, también se vivieron los últimos encuentros con mucha presión. Y eso se notaba. Unida a la poca cabeza de algunos de los jugadores que componían la plantilla por aquel entonces, la chispa saltó en un entrenamiento cuando Robinho y Gravesen tuvieron que ser separados por sus compañeros tras una discusión que vino derivada de una broma.

Munúa y Aouate, a puños

Aunque sin duda, una de las más graves fue la pelea entre Munúa y Aouate. Los dos guardametas del Deportivo llegaron a las manos tras unas declaraciones del israelí en las que consideraba “injusta” su suplencia. La reyerta se saldó con seis puntos de sutura en la cara de Aouate y un vestuario roto.

Los líos también le han salpicado alguna vez a la selección española. En un entrenamiento de cara a la preparación para estar en el Mundial de Alemania, Puyol cogió del cuello a Vicente después de una jugada muy trabada. No hicieron las paces en el terreno de juego y Luis Aragonés los castigó con la suplencia frente a San Marino. Llega la recta final de temporada, y con los nervios a flor de piel, el vestuario se altera. Todo forma parte de este circo llamado fútbol.