La ministra de Fomento, Ana Pastor. / Javier Lizón (Efe)
análisis

El llanto de Ana Pastor

La ministra de Fomento dice a todo el que quiera ir a escucharla que no le pidan dinero porque no lo hay, pero es obvio que no se lo creen

MADRID Actualizado: Guardar
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En Ritz, en el Foro Nueva Economía, estaba anunciada esta mañana la ministra de Fomento Ana Pastor. Y no ha defraudado. No se recuerda mayor afluencia de gente interesada y de medios de comunicación. Los ha contado un compañero: un centenar de periodistas tomando notas y a la espera de una noticia que no hubo. La noticia es que la ministra llora, llora mucho porque no tiene un euro.

Aunque Pastor dice a todo el que quiera ira escucharla que no le pidan dinero porque no lo hay, es obvio que no se le cree. No le creen los constructores, promotores y políticos nacionales y de provincia que esperan que se le caigan a la ministra unos euros del monedero. Los titulares de Exteriores, Industria y Justicia, la alcaldesa de Madrid, alcaldes de toda Galicia, presidentes gallegos de Diputación, de organismos públicos dependientes del departamento (puertos, AENA, carreteras…), todos a escuchar a una ministra que dice esto de que ha llegado al despacho para "priorizar lo importante". Todos con la música de ¿qué hay de lo mío? Y lo importante es que no hay dinero para invertir, lo que explica que el 53% del empleo destruido haya sido en el sector Fomento. Y lo que queda.

Panorama desolador

Las autovías radiales madrileñas están en quiebra porque la demanda ha bajado y porque las concesionarias se han quedado sin dinero pagando expropiaciones hipervaloradas por los Tribunales. Pastor no lo dice, pero será el dinero público el que rescate a las concesionarias de la quiebra, que para eso sí hay dinero. Las obras del AVE se paralizan y se someten a nuevos estudios y valoraciones. Millones de viviendas sin vender. El ministerio y todos sus organismos dependientes deben 40.000 millones de euros y España, un país con millones de turistas en los aeropuertos a la cabeza de la impuntualidad en las llegadas y salidas de los aviones. Ana Pastor no lo ha dicho, pero esto sí que es la herencia recibida y con todas las mayúsculas.

Tampoco lo ha dicho, pero den por bueno estos dos datos que nos daba un alto cargo del ministerio: Si hubiera valor político habría que cerrar en este momento quince aeropuertos. Y el otro: si siguiera habiendo valor habría que contar a la opinión pública que España se ha gastado 18.000 millones de euros en construir aeropuertos y que ahora mismo el Estado debe 15.000. Con estos datos la pregunta es quién convenció a Ana Pastor para ir al ministerio de Fomento. Ese día Rajoy estuvo sembrado. Seguro.

Alguien le dijo a Ana Pastor cuando llegó a Fomento: Ministra, éste es un ministerio para mayores. Ella es aún joven, pero saldrá con canas. Si consigue poner orden en las cuentas será verdad que habrá conseguido eso tan fundamental e imposible que llaman ahora priorizar lo importante.