sector automovilístico

General Motors y Peugeot-Citroën unen esfuerzos

Anuncian una alianza estratégica mundial con el objetivo de reducir costes, aunque no han precisado el impacto laboral de dicha medida

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El número uno mundial del automóvil, el estadounidense General Motors, y el francés PSA Peugeot-Citroën han anunciado una alianza para construir conjuntamente algunas partes de sus vehículos, pero no han precisado el impacto social de esta iniciativa.

Ambos grupos pondrán en común plataformas de construcción (la parte del coche "no visible" por el usuario, especialmente el chasis y los trenes de rodaje), pero continuarán vendiendo vehículos con sus propias marcas, según un comunicado común. Ambos constructores esperan ahorrar 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años con esta operación.

Los primeros vehículos elaborados en estas plataformas comunes serán comercializados a partir de 2016, según el comunicado. Ambos grupos comenzarán a trabajar en modelos de vehículos de pequeño y mediano tamaño, antes de desarrollar conjuntamente una nueva plataforma especialmente dedicada a vehículos "poco contaminantes".

"Según los términos del acuerdo, PSA Peugeot-Citroën y General Motors compartirán algunas plataformas, módulos y componentes sobre una base mundial (...) reduciendo los costes relacionados con el desarrollo de nuevas tecnologías y las emisiones de CO2, y ganarán en eficacia", subraya el comunicado.

El acuerdo también prevé la creación de una coempresa con el fin de compartir la adquisición de productos y servicios de los dos constructores, por un montante de 125.000 millones de dólares. "Cada una de las dos empresas continuará comercializando sus vehículos de manera independiente y en competencia", precisan ambos grupos.

Empleados

El acuerdo no prevé "ninguna disposición específica a la gobernanza" de PSA, controlada por la familia Peugeot, a través de su hólding FFP. GM entrará en el capital de PSA Peugeot-Citroën a la altura del 7% del capital del constructor francés con ocasión de una ampliación de capital de 1.000 millones de euros, convirtiéndose así en su segundo accionista. La capitalización de PSA hoy, tras el cierre de la Bolsa de París, era de unos 3.500 millones de euros.

El éxito de la operación de ampliación de capital está garantizado por una alianza de varios bancos con la familia Peugeot, que participará en la ampliación suscribiendo títulos por valor de 150 millones de euros, ha anunciado el hólding. Eso significa que para entrar en PSA el constructor GM deberá desembolsar 300 millones de euros.

Los herederos de Armand Peugeot poseen en la actualidad un tercio del capital del grupo y casi el 46% de los derechos de voto. El resto del capital está en manos de inversores franceses y extranjeros, trabajadores del grupo (2,79%) y del banco BNP Paribas (1,06%).

El ministro de Industria francés, Eric Besson, ha asegurado en un comunicado haber obtenido de PSA garantías de que el acuerdo será favorable al empleo en Francia. Sin embargo, según una fuente próxima al caso, citada por la agencia Dow Jones Newswires, General Motors prevé suprimir empleos y cerrar fábricas en Europa, donde está presente a través de su filial alemana Opel, que acumula pérdidas y frena su crecimiento.