'January Songs'. / Archivo
Música

January Songs: el trabajo dignifica

Darren Hayman, exlíder de Hefner, acaba de publicar su nuevo álbum

MADRID Actualizado: Guardar
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Un buen día, Darren Hayman se volvió loco. El músico británico decidió poner punto y final a Hefner, una banda que, pese a su corta trayectoria (1996-2002), sólo había proporcionado alegrías a los aficionados al pop. Con cinco álbumes de estudio -uno de ellos elaborado a base de descartes-, un directo y un recopilatorio, la formación decía adiós a los himnos de perdedor simpático y cínico que el bueno de Hayman tejía casi a diario.

Desde entonces, y más allá de las reediciones y un doble CD con caras b de su antigua banda, su carrera no ha dejado de crecer. Primero apostó por The French, un dúo de electrónica que fundó junto a uno de sus compañeros en Hefner, John Morrison. Tras una disputa con la discográfica, optó por labrarse una obra junto a The Secondary Modern, que no es más que el nombre bajo el que tocan los músicos que le acompañan. Más próximo al folk que al pop de antaño, razón por la que muchos de sus seguidores le han dado la espalda, desde entonces ha lanzado más de diez álbumes, incluido un delicioso experimento de bluegrass con tres amigos -uno de ellos, el líder de los Wave Pictures-, bajo el nombre Hayman, Watkins, Trout and Lee.

Pero si hay un álbum que merece una mención especial es el último de ellos, publicado a principios de febrero. Se llama 'January Songs' y es la culminación de un proyecto que Hayman desarrolló en enero del pasado año. Ya era muy conocida su asombrosa capacidad para componer, pero lo que el cantante y guitarrista se propuso en 2011 fue una locura, un reto que le ha llevado a explorar caminos que jamás hubiera imaginado.

Junto a su universo en la red -Hefnet.com-, el británico lanzó una web con un proyecto atípico: compondría y grabaría una canción cada día, durante los 31 días que dura enero, y la serviría por Internet de forma gratuita, con un videoclip de acompañamiento, otro vídeo en el que explicaría los detalles el proceso creativo y un blog en el que relataría las vicisitudes del día a día.

Cuenta en las notas incluidas en el álbum que, visto ahora, "la idea puede parecer arrogante y egocéntrica. Sinceramente, no creo que sea más rápido que nadie. Estoy seguro de que Steve Harley podría escribir una canción diaria si hubiera pensado que era divertido, original o que valía la pena. Yo creía que iba a ser divertido y que iba a valer la pena, aunque no estoy seguro de que sea muy original". A Hayman también le seducía la idea de reflexionar sobre los conceptos del artista y su trabajo. Pensó que, por una vez, estaría bien "ser asalariado y trabajar por horas". No en vano, colgó en Internet las canciones con una calidad de audio superior para quien las quisiera comprar. Y no se corta al decir que le gustaría trabajar "en una especie de fábrica de canciones, en su cubículo, con un Casio SK5 y un dictáfono. A menudo rechazo la idea de que el arte solo pueda venir por las musas, la inteligencia y horas y horas de esfuerzo", asevera.

El 1 de enero se puso a trabajar y el 1 de enero saltaron todas las alarmas: 'It Was Over', la primera pieza del proyecto, llegaba a Internet diez minutos antes de la medianoche. Pero no fue la tónica habitual. Poco a poco las piezas fueron encajando: "A veces estaba cansado y hecho polvo. La esperanza era que la naturaleza implacable del proyecto me hiciera hacer algo inesperado y distinto". Y así fue. Dice Hayman que nunca había escrito canciones como 'I Can Keep a Secret' o 'The Return'. Pero, ¿y la calidad de las canciones? Hayman señala que 'I know I Fucked Up' y 'Shhh' son dos de las mejores canciones que ha escrito. Por supuesto, "otras podrían ser algunas de las peores, pero es mucho más de lo que esperaba".

Por si fuera poco, el desarrollo del proyecto estuvo plagado de anécdotas. Para empezar, participaron en la grabación un montón de amigos del músico, como los Wave Pictures, o los ex de Hefner Antony Harding y Jack Hayter. En otra ocasión, obligado por la agenda, daba un concierto y no dudó en grabar una de las canciones, 'Nothing At All', en directo. Incluso pidió a través de Twitter a sus fans nombres femeninos con un número de sílabas determinado para una canción y colaboró con otros músicos a los que pidió que aportaran grabaciones por Internet.

El álbum

Los 31 temas que completan el proyecto acaban de salir ahora a la venta en un doble CD que puede adquirirse en la página web del músico. Se trata de una edición muy especial de la que sólo se va a hacer una tirada de 1.500 ejemplares. Y un apunte más: Darren Hayman dibujará la portada de cada disco a mano, dando la oportunidad a cada comprador de elegir el dibujo de entre los que propone. Otro reto que casa con el concepto que subyace en el disco: "Lo que he descubierto a medida que me vuelvo mayor es que el trabajo duro hace que deje de estar nervioso y que sentirse exhausto es mejor que sentir miedo. Me gusta estar ocupado. No hagáis que pare", concluye.