'Always Franco'', obra de Eugenio Merino. / Andrea Comas (Reuters)
arte | XXXI edición

ARCO abre con apuestas seguras pero poco audaces

Se renueva el interés por Tàpies y la escultura cede terreno al arte impreso

MADRID Actualizado: Guardar
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ARCO ha abierto hoy sus puertas a los profesionales con la aspiración de descubrir nuevos artistas y galerías. Con menos expositores y superficie, la feria de arte contemporáneo se inclina, sin embargo, por las apuestas seguras, de calidad, pero poco audaces. Con estas propuestas el evento pretende seducir a los coleccionistas y compradores ocasionales. Durante cinco días, la 31 edición de ARCO abre sus puertas con grandes piezas y un optimismo renovado que planta cara a la crisis. Si bien hay un especial empeño por poner al mal tiempo buena cara, algunos críticos aducen que al crisis no es solo económica, sino de ideas.

Aunque acecha un periodo de incertidumbre económica, el arte es un valor seguro en un mercado financiero cada vez más impredecible. Por ese lado, la feria madrileña tiene asegurado su futuro, aunque haya perdido terreno como referencia para la crítica y los artistas de Latinoamérica, que han dirigido sus preferencias al encuentro Art Basel Miami Beach.

A la cita anual acuden 215 galerías de 29 países que exponen obras de casi 3.000 artistas. Un paseo por ARCO permite constatar que Antoni Tàpies sigue más vivo que nunca. La galería de Soledad Lorenzo expone una pieza que data de 2001, y en el 'stand' de su hijo Toni se exhiben tres cuadros, entre ellos 'Mans i fletxa', por el que se piden 271.00 euros. Si bien es pronto para saber si la obra del artista catalán se ha revalorizado, lo que sí ha podido comprobar Lorenzo es que la muerte del genio del informalismo no ha quitado un ápice de interés sobre sus creaciones. Prueba de ello es que 'Collage de la fusta', que alberga la firma de Lorenzo, aparece con la marca de "vendido" o "reservado".

"Si han caído las ventas, el interés no lo ha hecho. Ha venido todo el mundo: coleccionistas, directores de fundaciones y museos; al menos los españoles están todos aquí", asevera Juana de Aizpuru. Pese a que se muestra reticente a recomendar alguna pieza en concreto de su 'stand', Aizpuru no duda en calificar de "maravillosa" una escultura del alemán Georg Herold, 'Praise the Lord'. Confeccionada a partir de materiales paupérrimos, como madera, espuma, tornillos y pegamento, la obra recrea con sutileza dos figuras "etéreas que parecen bailar". Es muy pronto para hablar de ventas, pero Juana de Aizpuru ya tiene "dos cosas" reservadas para el Centro Pompidou.

Pablo Juliá, director del Centro Andaluz de la Fotografía, es menos entusiasta que la galerista. "Este año, en fotografía, no hay nada especialmente nuevo. Son bellísimas las propuestas de Alberto García Alix y Pierre Gonnord. Hay un montón de obras de Robert Mapplethorpe, pero este año ARCO se ha quedado muy remisa en plantear algo especialmente novedoso". El fotógrafo no aprecia "miradas nuevas" y arguye que todavía no se ha producido la catarsis esperada. "Paul Graham y Marina Abramovic son muy interesantes, pero ya se han visto", apostilla.

Entre las obras que han suscitado el interés de los profesionales y coleccionistas figuran 'Carroña', de Javier Pérez, quien ha alumbrado una lámpara roja hecha añicos sobre la que se posan cuervos disecados, y un ordenador portátil esculpido en alabastro. Esta obra evoca el lugar de trabajo de su autor, el videoartista Eugenio Ampudia. Recrea ni más ni menos que un ordenador de Apple. "Haciendo ficción de la realidad podemos tener más datos de esa misma realidad. Un material traslúcido como el alabastro me permite crear la ilusión de que mi trabajo está relacionado con los sueños", dice Ampudia.

'Always Franco'

Con todo, la obra que acapara toda la atención de los medios es 'Always Franco', en la que Eugenio Merino ha enclaustrado dentro de una nevera de refrescos la efigie del dictador. "Está casi vendida", dice una portavoz de la galería ADN: ¿Y el precio? "Está valorada en 30.000 euros".

El arte comestible tiene en Antoni Miralda su exponente más significativo. Este artista provocador y polifacético ha escrito sobre una oblea con tinta comestible el lema del movimiento 15M 'No hay pan para tanto chorizo'.

En la presente edición cada galería está obligada a presentar un "artista destacado", una iniciativa con la que pretende descubrir nuevos valores. Por añadidura, 'Solo Objects' reúne doce proyectos, esculturas e instalaciones de gran formato expuestos en tres espacios de la feria.

Una enorme escultura de Jaume Plensa, una instalación realizada a base de latas de conserva por Marius Engh o la reproducción de una escalera neoyorquina de Isidro Blasco son algunas de las obras que participan en este apartado.

En un análisis de urgencia, los expertos subrayan que se ha reducido el número de esculturas, circunstancia que se contrapesa con una mayor presencia de la obra impresa, de precio más asequible para los bolsillos modestos.

Pero sin duda, la estrella de ARCO, o al menos la más cotizada, es la pintura 'Study from the Human Body. Figure in movement', de Francis Bacon, que expone la galería Marlborough. Se vende por 11,4 millones de euros.