Las monedas de cambio del deporte

Pau Gasol, estandarte del baloncesto español en la NBA, ha mostrado su malestar con respecto a los rumores de traspaso de los Lakers a los Celtics por Rajon Rondo. "No es agradable saber que estás siendo ofrecido", ha dicho. No es la primera vez que el pívot aparece como moneda de cambio entre su equipo y alguna otra franquicia de la liga norteamericana de baloncesto. "Nunca estás a salvo" hasta que pasa el periodo de fichajes, ha afirmado por su parte Rondo.

Gasol está molesto con su directiva. Es cierto que el deporte al fin y al cabo es un oficio, pero el arraigo a un club, ciudad y colores hacen que el rendimiento y compromiso de muchos baje por falta de implicación.

Un ejemplo de jugador NBA que ha vivido como un nómada al verse implicado en numerosos traspasos es Shaquille O'Neal. El pívot neoyorquino ha pasado nada más y nada menos que por seis equipos. Orlando Magic, Los Angeles Lakers, Miami Heat, Phoenix Suns, Cleveland Cavaliers y Boston Celitcs han sido los conjuntos en los que militó O'Neal. De esta manera, sentir los colores de un equipo es una tarea difícil.

En el mundo del fútbol también existen este tipo de casos en los que los clubes negocian con jugadores de su entidad para sacar beneficio. Un caso muy sonado es el del exmadridista Robinho. El brasileño venía de firmar su mejor temporada con el club blanco. Sin embargo, las pretensiones del Real Madrid de fichar a la estrella mediática del Manchester United Cristiano Ronaldo llevaron al club 'merengue' a ofrecer los servicios de Robinho. El delantero se enteró y descubrió que en el club no lo consideraban importante. Por ello, decidió salir por su cuenta rumbo a Machester -al City-, antes de sentirse moneda de cambio entre intereses ajenos a su cometido.

En otros clubes, los jugadores estrella en muchas ocasiones tienen que ser traspasados para lograr el desahogo económico de la entidad. Fue el caso de la salida de Villa, Silva o Mata del Valencia. Antes de la llegada del jeque árabe Al-Thani al Málaga, sus mejores jugadores solo duraban un par de temporadas. Casos como Catanha, héroe del ascenso malaguista, Baiano, que solo militó seis meses en el club, o Juan Rodríguez, que actualmente está en el Depor, son ejemplos de buenos futbolistas que inmediatamente después de empezar a despuntar en sus equipos salieron rápidamente de los mismos sin que el club pusiese ningún tipo de resistencia.

Cada día existen más profesionales que ven su carrera como un oficio más. El dinero mueve el mundo del fútbol y tanto clubes como jugadores han de adaptarse a ello. La modernización del deporte hace que cada vez sea más dificil ver cómo un jugador besa su escudo o siente los colores.