NUEVA LEGISLATURA

Un ministro de Exteriores poco diplomático

García-Margallo protagoniza un par de resbalones con el Reino Unido y Alemania nada más estrenarse

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un diputado socialista con experiencia en el Parlamento europeo comentó el día que se conoció el nombramiento de José Manuel García-Margallo como ministro de Asuntos Exteriores que era un hombre de grandes conocimientos, pero demasiado directo con sus interlocutores. En román paladino, que flaqueaba en el terreno de la diplomacia. Un problema para alguien llamado a ser el jefe de la diplomacia española.

Sus pasos iniciales parecen corroborar la impresión del parlamentario del PSOE. En su primera visita como ministro a la que fuera su casa durante 17 años, la cámara de Estrasburgo, saludó al eurodiputado conservador británico Charles Tannock al racial grito de "Gibraltar español". Era una broma, pero su interlocutor, sorprendido, solo alcanzó a decir "ya hablaremos de eso".

La broma, sin embargo, no está tan claro que fuera tal. García-Margallo ha decidido dar la vuelta como un calcetín a la estrategia contemporizadora de España en los últimos años respecto a la colonia. En el primer encuentro que tuvo con su colega británico, el también conservador William Hague, dejó claro, según explicó él mismo, que el Gobierno de Rajoy va a "cambiar" la política sobre Gibraltar porque la que desarrolló el anterior Ejecutivo fue "una broma que ya se ha terminado". García-Margallo quiere acabar con los circunloquios y en coherencia ha firmado el acta de defunción del Foro Tripartito, una instancia de diálogo que reunía en torno a la misma mesa a España, Reino Unido y Gibraltar para tratar asuntos de cooperación. De las cosas de "los mayores", dijo el ministro, hablarán a partir de ahora Madrid y Londres porque los gibraltareños no tienen nada que decir sobre soberanía y jurisdicción territorial. Y si Gibraltar, avisó, quiere estar en las reuniones también estará Andalucía.

Para el titular de Asuntos Exteriores, el eje de su política hacia la colonia será la recuperación de la reivindicación de la soberanía española sobre el Peñón, y el resto son zarandajas. La respuesta británica al puñetazo en la mesa de Margallo aún no se ha hecho pública, lo que no quiere decir que no haya llegado por canales discretos.

Falta de tacto

También exhibió cierta falta de tacto por decirlo de alguna forma la víspera de la visita de Mariano Rajoy a Berlín para entrevistarse con la canciller alemana. Angela Merkel, se despachó el ministro, "reacciona siempre un cuarto de hora tarde" ante los problemas económicos de Europa.

Como era de esperar, Rajoy fue preguntado en la capital alemana sobre su parecer respecto a esas palabras y salió del atolladero como pudo ante la mirada entre divertida y curiosa de su anfitriona: "Ese es un tema que ya pertenece a la historia".