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El Barça se apunta a la épica

Los de Guardiola sufrieron para vencer a un Betis que igualó en dos ocasiones el marcador

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Nervios, muchos nervios en el Camp Nou. Con empate a dos y poco más de un cuarto de hora para el final, el Barça se veía casi descolgado de la lucha por el título liguero. Pero un gol salvador de Alexis, en el 75 y con el Betis jugando con 10, mantiene a los azulgrana en la pomada y en la estela del Real Madrid, a cinco puntos. La liga se le escapaba a los azulgrana precisamente en el campo donde ha hecho todos los deberes.

Y es que completados todos los partidos de la primera vuelta como local, los azulgrana han recibido solo dos goles, han cedido un empate y han marcado la friolera de 43, más de cuatro tantos por partido. Los de Guardiola, que a pesar de la desventaja frente al Real Madrid no se cansa de reclamar a los suyos que crean que aún es posible ganar la liga, han contado sus apariciones caseras por goleadas y si se les esfuma la liga será por los tropiezos como visitante. La última víctima de esta trayectoria de récord fue el Betis, que por lo menos se llevó este domingo el pequeño honor de haber sido el único equipo que ha logrado perforar el arco de Valdés en el Camp Nou (por partida doble) y también el único que ha puesto en serios apuros al Barça. Mientras estuvo con 10 mandó y dominó en amplios sectores del choque.

Los sevillanos acudían al coliseo blaugrana en una cómoda undécima posición, en la mitad de la tabla y con la esperanza de que el Real Madrid-Barça del miércoles en el Bernebéu y los actos de celebración por el Mundialito y el balón de oro de Messi (antes del partido, el equipo dedicó los trofeos al público) pudieran distraer a los azulgrana. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque Guardiola reservó a algún titular para Chamartín (Alves y Piqué empezaron de suplentes), en diez minutos el equipo ya tenía el partido muy encarrilado y el mal sabor que pudiera quedar entre su parroquia por el tropezón de la semana anterior en Cornellà que le ha complicado la liga ya se había disipado.

Aun así, la primera la tuvo Jorge Molina, que no pudo marcar en el mano a mano con Valdés nada más empezar. Los primeros minutos fueron del Betis. Salió como esperaba Guardiola: muy arriba y con un buen juego combinativo. Encerró de inicio a los azulgrana. Pero el gran planteamiento de Pepe Mel, con un 4-4-2 que hacía mucho daño con Jorge Molina y Rubén Castro en la punta, se fue al traste en dos minutos. Dos zarpazos de Alexis dejaron a los béticos casi noqueados. Era aún el minuto 9 y el chileno pasó en profundidad a Cesc, que a media vuelta estrelló el balón en el poste. El rechace lo recogió Xavi, que abrió el marcador para celebrar su partido 400 en primera división. A los dos minutos, Alexis volvió a recibir en el carril del 11, centró al área y Messi, libre de marca y llegando desde atrás, hizo el segundo con la puntita de la bota.

El Betis había salido mejor, si bien ya perdía 2-0. El Barça en cambio, a diferencia de otras veces, puso antes los goles que el juego. Los dos tantos dieron alas a los de Guardiola que siguieron atacando buscando el tercero. Aunque ante el Betis no fue como en los partidos anteriores. Los de Mel llegaban sueltos al área de Valdés y la defensa de tres del Barça (en la que estaban Puyol, Mascherano y Abidal) sufría más de lo habitual. Mel tenía un plan, sabía cómo meterle mano al rival y su equipo le creyó. En el 31, los andaluces se metieron en el partido. Jorge Molina dribló a Valdés, cedió a Sevilla, y éste vio a Castro para que en el área pequeña batiera a Víctor.

El gol desorientó una pizca a los azulgrana, que se dieron cuenta que después de mucho tiempo no estaban siendo mejores que su oponente en su propio campo. Ni Busquets, Xavi, Iniesta y Cesc dominaban el centro del campo, ni Cuenca y Alexis abrían el campo lo suficiente. La defensa de tres les hacía sufrir y el dibujo táctico del Betis, con los dos puntas muy sueltos e Iriney y Salva Sevilla barriendo todo el centro del campo, se les atragantaba.

En el descanso, Guardiola movió el banquillo, hizo saltar a Alves y recuperó la defensa de cuatro. Mel contrarrestó con la entrada de Santa Cruz en parte de Iriney. El Betis ponía aún más pólvora en juego. La apuesta le salió que ni pintada al técnico madrileño. Los suyos cazaron una contra perfecta, que resolvió Santa Cruz con un golazo desde el borde del área. La liga se le escapaba al Barça y los nervios se apoderaban de la grada. Sin embargo, aún quedaban más de 25 minutos para enderezar el partido. Guardiola tocó arrebato y en ese momento el encuentro elevó la intensidad. Más aún cuando Iniesta cayó en el área y reclamó un penalti algo dudoso. Al minuto, el Betis se quedó con 10 por expulsión de Mario. El partido estaba loco y de alto voltaje. Sólo una genialidad podía darle pausa. La de Xavi, que lanzó a Alexis, para que el chileno hiciera el tercero y mantuviera el pulso de la liga. Un penalti de Dorado por mano y transformado por Messi acabó de darle la puntilla al partido. La tranquilidad regresó al Camp Nou. El Barça sufrió, pero quién sabe si se armó más mentalmente.