El primer ministro, Carlos Gomes Junior./ Ap
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Guinea-Bissau niega un intento de golpe de Estado

El Gobierno refuta las palabras del jefe del Estado Mayor del Ejército y limita lo ocurrido a un asalto a un polvorín militar

LISBOA Actualizado: Guardar
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El Gobierno de Guinea-Bissau ha negado que se haya producido hoy en el país un intento de golpe de Estado, tal y como había denunciado el jefe del Estado Mayor del Ejército, y ha limitado lo ocurrido a un asalto a un polvorín militar.

En declaraciones a los periodistas recogidas por la agencia Lusa, el ministro de Educación, Artur Silva, ha rechazado que los disparos y movimientos de tropas detectados en el país obedecieran a un intento de golpe de Estado y ha anunciado la apertura de una comisión para investigar lo ocurrido.

El primer ministro guineano, Carlos Gomes Júnior, ha comparecido también después de varias horas en paradero desconocido -se rumoreaba que podría haberse refugiado en la embajada de Angola a la espera de nuevos acontecimientos- para insistir en que la situación está bajo control. "Por desgracia se produjo esta alteración del orden público, pero ya está todo tranquilo", ha apuntado Gomes a los periodistas nada más terminar una reunión celebrada a partir de las 17.00 horas GMT y en la que participaron miembros del Gobierno, dirigentes políticos y jefes militares, según Lusa.

El ministro de Educación guineano ha sido más explícito y ha confirmado que "un grupo de personas asaltó un polvorín del Estado Mayor del Ejército y retiró algunas armas", aunque ha negado de forma explícita que se tratara de un intento de golpe de Estado. Artur Silva no ha dado detalles sobre cuál era el objetivo de este asalto, quién lo ordenó ni tampoco sobre posibles detenciones. En este sentido, medios de comunicación de Guinea-Bissau se hacían eco del arresto de varios jefes militares como presuntos instigadores de la asonada militar.

Actividades militares "anormales"

El Gobierno de la antigua colonia portuguesa ha desautorizado así las palabras del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, António Indjai, quien denunció apenas unas horas antes que "un grupo de militares quiso alterar el orden constitucional" en el país. Indjai auguraba que se iba a saber "quiénes son los cabecillas" del movimiento insurgente en cuestión de horas, ya que "el Gobierno tiene toda la información en su poder".

Las sospechas de un posible golpe militar se dispararon a primeras horas de la mañana, cuando se registraron disparos y traslado de tropas en la capital del país, Bissau. De hecho, representantes de organizaciones cívicas advirtieron en declaraciones a Lusa de actividades militares "anormales" y detenciones que les hacían temer un levantamiento como el de abril del año pasado. Entonces, un grupo de militares liderados precisamente por el propio António Indjai destituyó al que hasta ese momento era el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Zamora Induta, y retuvo varias horas al primer ministro, Carlos Gomes Junior, al que intentó hacer dimitir, sin éxito.

Antigua colonia portuguesa, Guinea-Bissau, con cerca de millón y medio de habitantes, es uno de los países más pobres de África y ha sufrido varios golpes de Estado y levantamientos militares desde que alcanzara su independencia, en 1973.