literatura

Lucía Etxebarria deja de escribir por culpa de la piratería

"En nombre de la cultura están asesinando a la cultura", asegura la novelista

MADRID Actualizado: Guardar
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Lucía Etxebarria ha dicho basta. Harta de ver lo fácil que es descargarse sus obras de la red sin pagar un solo euro, ha decidido abandonar la profesión que adora por culpa de la piratería. "Mi intención es dejar de escribir novelas por unos años", ha señalado en su perfil de Facebook.

La escritora argumenta que va a tener que buscarse otra profesión porque ahora mismo es imposible mantener esta situación. "No me puedo poner a escribir otra novela porque tengo que comer para vivir y, si bien mi situación no es desesperada, ni mucho menos, tampoco es que se pueda vivir del aire, ni que pueda seguir así el resto de mi vida", ha explicado la autora.

La novelista argumenta que con la piratería cultural, "solo los artistas ricos o que han heredado" pueden seguir en esta situación y recuerda que la cultura nunca ha sido gratis. Así, pone como ejemplo que solo doscientos escogidos podían ver la Capilla Sixtina de Miguel Ángel; o que los cuadros de Velázquez, El Greco o Goya estaban destinados a una pequeña élite. "La cultura nunca ha sido gratuita, nunca. Por mucho que algún inculto se empeñe en afirmar lo contrario. Pero en el nombre, supuesamente, de la democracia, se está asesinando a la cultura", ha indicado Etxebarria, que no se muerde la lengua a la hora de explicar su situación. "Yo cobro por copia vendida. Si se me da un adelanto de derechos de autor, se suele estimar en función de las copias que el pasado libro haya vendido. El último adelanto ha sido sensiblemente más bajo que el anterior porque 'Lo verdadero es un momento de lo falso' vendió menos de lo esperado.

Eso sí, lo podéis descargar en cinco minutos. Y, por eso, precisamente, vendió tan poco", narra la escritora.

Asimismo, asegura que no tiene ganas de compatibilizar otro trabajo con la escritura. Ya lo hizo cuando tenía 25 años y ahora, con una hija, menos. Pero además de explicar su decisión, ha asegurado que se siente "aterrada" ante el presente y el futuro. "Los músicos pueden sobrevivir, dado que pueden tocar, pero los compositores que antaño cobraban exclusivamente de los derechos de autor porque no son intérpretes están empezando a tener problemas serios", afirma. Y pone como ejemplo a tres amigos suyos que son guionistas: "A día de hoy viven uno del dinero de su mujer que trabaje en un banco, otra del de su marido, que también trabaja en un banco, y el tercero se ha ido a trabajar a la empresa familiar. Estas tres personas hace diez años vivían bien, muy bien de su trabajo"