fútbol | primera división

Messi, decisivo; Cristiano, desaparecido

El argentino no marcó, pero brilló y participó en dos goles, y el portugués firmó un partido para olvidar

MADRID Actualizado: Guardar
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Ninguno de los dos marcó, pero el primer clásico de la temporada abrió otra brecha entre los dos astros candidatos al Balón de Oro. Messi resultó decisivo, mientras que Cristiano, en uno de sus peores partidos con la camiseta blanca, estuvo desaparecido y volvió a estrellarse ante el Barça. El argentino participó en dos de los tres goles, con la jugada magistral que valió el 1-1 y el contragolpe que acabó en el 1-3, y firmó otra actuación brillante a la que solo le faltó el gol. Cristiano, en cambio, volvió a sentirse impotente frente al campeón.

Messi, capaz de bajar a defender a la banda derecha para agobiar a Di María en campo azulgrana poco después de dar el genial pase del empate a Alexis, le sacó una amarilla a Xabi Alonso, a Pepe y a Sergio Ramos -pudo ser roja en el 70’-, pero fueron solo tres muestras de su potencial. También él se llevó una tarjeta por protestar una patada de Pepe a Alexis, y el Bernabéu llegó a reclamar la expulsión del argentino al filo del descanso. Posiblemente ni siquiera fue falta en el centro del campo de Messi a Xabi Alonso, pero la afición y el equipo blanco, crispados por el toque y el dominio azulgrana, exigieron que Messi fuese amonestado por segunda vez. El Bernabéu quería ver fuera al temido crack que en el minuto 6 obligó a Casillas a salvar el empate y que no tardó en combinar con éxito con sus compañeros, hasta erigirse en el indiscutible líder de las ofensivas azulgrana.

En bando local, sin embargo, Cristiano no dejó de dar muestras de ansiedad. Tardó el portugués casi 20 minutos en aparecer, con un primer disparo al centro de la portería, pero peor aún fue cuando, solo ante Valdés, le pegó fatal con su derecha para empotrar la pelota contra la publicidad. Tirado a la izquierda, donde juega habitualmente, aunque también se fue al centro, Cristiano no consiguió nunca desbordar a Alves ni Puyol en el primer tiempo, aunque cuando lo logró por fin en el arranque del segundo, le sacó una amarilla a Piqué. No tuvo más. En otro remate de cabeza, cuando el Madrid ya perdía 1-2 y el Bernabéu cantaba gol, también mandó el balón al limbo. Tampoco tuvo suerte el portugués a balón parado.

No dejó de crecerr

Al contrario que Cristiano, que participó muy poco y no pudo resolver los esporádicos contragolpes blancos, Messi sí que estuvo en prácticamente todos los ataques visitantes, con un espectacular Iniesta. Volvió a jugar el goleador del Barça por el centro, y la defensa madridista tuvo enormes problemas para frenarle. Sergio Ramos fue el primero en comprobar la ambición de Messi, cuando el resbalón del sevillano propició un robo de balón del ‘10’ que a punto estuvo de acabar en gol cinco minutos después del regalo de Valdés. El argentino no dejaría de crecer, aunque abusó de individualista en algunas acciones, mientras que Cristiano se fue apagando, desesperado, sin ninguna decisión acertada.

También le faltó algo de precisión a Messi, pero solamente fue en los primeros compases de tanto nerviosismo azulgrana tras el 0-1, porque en cuanto cogió el ritmo fue, como se esperaba, el principal hombre a frenar por parte del Madrid. Sus pases en profundidad fueron una pesadilla para la defensa local. La zaga liderada por Puyol, sin embargo, apenas sufrió por la presencia de Cristiano, que vio rota su racha en la Liga después de haber marcado en las cuatro últimas jornadas. A ‘CR7’ le puede el Barcelona.