El etarra Olarra Guridi, condenado a mil años

La Audiencia Nacional ha condenado a mil años de prisión al ex dirigente de ETA Juan Antonio Olarra Guridi por el atentado con coche bomba cometido contra el ex secretario general de Política Científica Juan Junquera el 6 de noviembre de 2001. La explosión dejó 95 heridos y numeros daños materiales en los inmuebles y vehículos de Madrid.

La Sección 3=BA de la Sala de lo Pena de la Audiencia Nacional considera a Olarra Guridi como autor responsable de 95 delitos de asesinato terrorista intentado, por lo que le condena a diez años de prisión por cada una de ellos (950 años). Asimismo, le condena a otros diez años de prisión por un delito de depósito de armas de guerra y un delito de depósito de explosivos y a otros 20 años de prisión por cada uno de los dos delitos de estragos. El tribunal advierte, no obstante, de que el límite de la pena privativa para el condenado no excederá de 30 años, sin perjuicio de que los beneficios penitenciarios serán sobre la totalidad de las penas impuestas.

La Audiencia Nacional le prohíbe además acercarse a sus víctimas o acudir al lugar del atentado durante diez y le obliga a indemnizar a las víctimas con 100 euros por día de sanidad y 150 euros por día de impedimento.

En la sentencia, el tribunal condena también a los etarras Ivan Apaolaza, Sancho, Oier Goitia Abadía y Gorka Palacios Alday a sendas penas de diez años de prisión por los explosivos que guardaba en el piso franco de Salamanca, empleado por el comando 'Buru Ahuste' como base para atentar en Madrid. La Audiencia Nacional no ve pruebas para condenarles por el atentado fallido contra el consejero del Tribunal de Cuentas Paulino Martín.

Hechos probados

Según ha quedado probado, durante el período de tregua decretado por ETA y que concluyó el 25 de noviembre de 1999, Olarra Guridi y Ainhoa Múgica reunieron en un piso de Francia a varios miembros de ETA, a los que se enseñó en el manejo de armas y explosivos, dando lugar al grupo 'Buru Ahuste'. El comando actuaría en Madrid pero como medida de seguridad, las acciones terroristas se planearían en un piso de Salamanca, donde se guardarían también las armas y explosivos.

Los miembros del comando colocaron un artefacto explosivo en un vehículo de la calle Corazón de María de Madrid, a sabiendas que el el subsecretario Junquera utilizaba esa vía. Así, sobre las 9 de la mañana del 6 de noviembre se hizo explosionar el artefacto, compuesto por 35 kilos de explosivo, presumiblemente dinamita, al paso del vehículo. La explosión dejó 95 heridos y causó daños materiales en los inmuebles de más de 1,5 millones de euros y de 129.000 euros en los vehículos.

En el piso de Salamanca se localizó un fusil de asalto, un subfusil, 13,750 kilos de explosivo, placas de matriculas falsificadas, manual sobre explosivos y cintas de vídeo con imágenes de políticos, periodistas, militares, fiscales, y otras personas que puderan ser objetivos de atentados, entre otros objetos.

La Audiencia Nacional considera que Olarra era proveedor de las armas y explosivos. Además, le relaciona con las huellas encontardas en un plano de la ciudad de Madrid en las que se marcaban diversos atentados del comando Buru Ahuste.