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El candidato oficialista gana las presidenciales en Bulgaria

Rosen Plevneliev, del gobernante partido GERB, se ha impuesto con contundencia en la segunda vuelta

SOFÍA Actualizado: Guardar
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El candidato del gobernante partido GERB, Rosen Plevneliev, ha ganado con contundencia las elecciones presidenciales búlgaras, según los sondeos, y ha reafirmado así la popularidad de esa formación conservadora populista, que está en el poder desde hace dos años.

Los sondeos a pie de urna y de diferentes organizaciones civiles independientes otorgaron a Plevneliev en torno al 57% de los votos en la segunda y definitiva vuelta electoral. De confirmarse los resultados, el hasta ahora ministro de Desarrollo y empresario de la construcción asumirá su nuevo cargo el 22 de enero próximo. La Comisión Electoral Central no ofrecerá resultados oficiales hasta mañana.

"Nuestro objetivo es una Bulgaria moderna. Trabajaremos día y noche por el desarrollo europeo del país. Nos sentimos muy motivados para seguir adelante", ha declarado Plevneliev esta noche. "Nuestro trabajo será transparente. La presidencia búlgara se cargará de nuevos contenidos", ha prometido.

El primer ministro y líder del GERB, Boiko Borisov, ha felicitado al pueblo búlgaro "porque en este tiempo de grave crisis que sacude al mundo entero, no se ha desatado también una crisis política". "El pueblo búlgaro apoyó con su voto la estabilidad de Bulgaria", ha agregado el jefe de Gobierno.

Quejas de la oposición

Ivailo Kalfin, del opositor partido socialista, actual eurodiputado y exministro de Exteriores búlgaro, ha obtenido el 43% de los sufragios, según estas mismas estimaciones, a la espera de que se conozcan los resultados oficiales. Al reconocer la derrota, Kalfin no ha querido felicitar a su rival y ha asegurado que "estas han sido las elecciones peor organizadas en los últimos 22 años". "Hubo presiones sobre los ciudadanos, y estas elecciones han sido un ejemplo de cómo no hay que organizar una votación", ha dicho.

Sus críticas se referían aparentemente a las denuncias de compraventa de votos, una amplia práctica en elecciones en Bulgaria de la que advirtieron organizaciones internacionales, que pidieron a las autoridades más esfuerzos para combatirla.

La oposición había advertido durante la campaña electoral de que el triunfo de Plevneliev supondría una excesiva acumulación de poder por parte del conservador partido Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB).

Test sobre la popularidad del Gobierno

Unos 6,9 millones de ciudadanos con derecho a voto estaban llamados en segunda vuelta a las urnas para elegir a nuevo jefe del Estado porque hace una semana ninguno de los 18 aspirantes había alcanzado la mayoría absoluta. Las principales formaciones habían planteado estas elecciones más como un test de la popularidad del Gobierno de Borisov que como un debate sobre el jefe del Estado, un puesto eminentemente representativo y con limitadas funciones ejecutivas.

"Evidentemente, se trata de algo más que del carisma de Borisov. El GERB ha demostrado que representa un nuevo fenómeno político, que aunque pueda ser caracterizado también como populista, ya en tres ciclos electorales no pierde la confianza de los votantes", ha declarado a los medios locales el analista Ognyan Mintchev.

Durante la campaña, Plevneliev, de 47 años de edad, procuró distanciarse del Gobierno y presentarse como un candidato más bien independiente y libre de ataduras partidistas. Con una fortuna calculada en seis millones de euros, forjada durante los años de la transición desde el comunismo, Plevneliev hace gala de no tener el carné del GERB e incluso de llevar en ocasiones la contraria al autoritario primer ministro.

Estas son las primeras elecciones presidenciales en Bulgaria desde que este país entró en la Unión Europea, en 2007.

La participación en los comicios ha sido de cerca del 50%, según la Comisión Electoral Central. También la primera vuelta estuvo marcada por la alta abstención, que rondaba la mitad del cuerpo electoral, lo que, según los analistas, fue un síntoma del elevado descontento de los ciudadanos con las instituciones del país, el más pobre de la UE.

Hoy, las elecciones han transcurrido sin incidentes de importancia, pero con nuevas denuncias sobre la compraventa de votos. La Policía ha informado de que ha recibido 180 denuncias de irregularidades durante la jornada electoral, de las que dos tercios se refieren a esa práctica, y las demás a la propaganda electoral en las inmediaciones de los colegios. Las elecciones presidenciales han coincidido con las municipales, en las que el GERB también ha obtenido la mayoría de apoyos.