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Agüero sepulta al Villarreal

Cani marcó nada más empezar y Diego López volvió a ser el mejor del 'submarino'

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Llegaba el Villarreal a Manchester con la tristeza de no haber logrado ni puntuar ni marcar y se fue de territorio inglés hundido por un gol del 'Kun' Agüero en el descuento que le deja casi eliminado. Decía Borja Valero antes de comenzar el encuentro que sus compañeros habían perdido la identidad de otros años. Por eso ante los 'citizens' salieron con otra actitud, nunca vista en la presenta campaña.

Silva ayudó, perdiendo un balón en el centro del campo a los cuatro minutos para que Cani marcara el primer tanto 'amarillo' en la Liga de Campeones 2011-12. Un buen tanto, pero lo más destacable fue el talante demostrado. Presión arriba, sin miedos, con movilidad en las bandas y frescura en el medio. Características ligadas a la idiosincrasia de Garrido.

Por goleada. Kolarov entraba cuándo, cómo y por dónde quería en la banda defendida por Zapata, al tiempo que Silva se encargaba de recordarle a Del Bosque que sigue teniendo un hueco de titular en la selección nacional.

Era cuestión de tiempo que el empate llegara. Y lo hizo de la manera más funesta. De nuevo el lateral del City, Kolarov, se incorporó como si entrara en el salón de su casa y Marchena empujó su centro. Para descargo del sevillano, Dzeko estaba preparado para marcar igualmente.

A vuelta de vestuarios, Rossi decidió que era hora de echarse el equipo a la espalda y quitarle responsabilidad a su portero. Así que él solo, como si un islote en la Polinesia se tratara, se encargó de calentar un poco a un mojado y helado Hart. Lo hizo con desmarques, movilidad y apoyado por un Hernán Pérez que resurgió en la segunda mitad tras desaparecer a los veinte minutos de la primera. Entre los ataques a cuentagotas de los levantinos y la seguridad atrás el sueño de incluso una victoria voló acorde al viento en Etihad.

Ante la perspectiva de un empate, Mancini sacó a su hombre de confianza, Agüero, para hundir al Villarreal. Una jugada trenzada desde la derecha, la continuaron Silva y el resto en un posible fuera de juego conjunto, para que al final el argentino marcara. Un tanto cuando ya el árbitro tenía el silbato en la boca y los castellonenses soñaban con el punto. Al final, todo se transformó en pesadilla.