LENGUA

El poder 'corrector' de la palabra

La princesa de Asturias reclama “rigor y respeto” en el uso del lenguaje en su ocasional ‘regreso’ al periodismo en la cuna del castellano

SAN MIGUEL DE LA COGOLLA Actualizado: Guardar
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¿Es la palabra una herramienta del poder o un contrapoder? ¿Un arma que se pone al servicio de políticos, terroristas o mafiosos o que los combate? ¿Un agente integrador o segregador de minorías? ¿El periodista la usa con valentía y rigor o se escuda en la corrección política y el eufemismo traicionando la esencia de su oficio? A peguntas cómo éstas trata de responder el VI Seminario Internacional de Lengua y Periodismo que la princesa de Asturias, Letiza Ortiz, inauguró este martes, un gran ‘chequeo’ de los informadores a la salud de su primordial y dúctil herramienta de trabajo. Volvía doña Letizia a aproximarse al oficio que ejerció durante años, antes de contraer matrimonio con Felipe de Borbón, y lo hacía reclamando “sentido común, rigor y respeto” en el uso de la palabra en el monasterio riojano de Yuso, cuna del milenario idioma español.

Bajo el lema ‘El periodismo y el lenguaje políticamente correcto’, reúne este seminario a periodistas, académicos, lingüistas y otros profesionales de las dos orillas de un idioma milenario y muy vivo que une a casi 500 millones de personas. Analizan las relaciones entre “la precisión y la corrección” del lenguaje para transmitir un mensaje del modo más ajustado a la realidad frente a la incursión, cada vez mayor, de lo políticamente correcto y socialmente establecido en el discurso periodístico.

Así lo advirtió la princesa de Asturias, que destacó como “con el lenguaje se puede maquillar la realidad” y se preguntó si esa es “la pretensión del lenguaje políticamente correcto”. “El cuidado de las palabras y la amabilidad -se respondió- no están reñidos con el rigor, que al fin y al cabo es lo que prima en el ejercicio dela profesión periodística, en la que nunca sobrarán el rigor y el respeto”. “Rigor para contar con propiedad y precisión lo que ocurre. Y respeto para no excluir y para tener siempre consideración hacia los demás”. Se planteó doña Letizia si la corrección política oculta la realidad al recurrir a los eufemismos y si esos cambios en las palabras alteran la realidad.

Pretende el seminario de Yuso debatir sobre el discurso políticamente correcto “con objetividad y serenidad”, según destacó el director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua antes de que el pensador, profesor y ensayista José Antonio Marina leyera una lección inaugural que tituló ‘La inteligencia lingüística’.

Dictadores

Disertó Marina sobre el tremendo poder del lenguaje, su capacidad conformadora y transformadora de nuestro cerebro, de convertirnos en seres humanos, dotarnos de identidad y razón, y permitirnos asimilar nuestra historia y nuestra realidad. “Debajo de todo lenguaje políticamente correcto hay alguien que lo prescribe, y debemos averiguar quién es el que lo dicta, para saber si puede llegar a ser un dictador” alertó.

El lenguaje es a la vez “fuente de nuestra libertad” y “de muchas de nuestras condenas”, ya que con las palabras “con las que vivimos y respiramos” se pude seducir, manipular, sugerir, convencer, disentir, transformar en influir en la manera de sentir, pensar o actuar de los demás. “Debemos saber cuándo utilizamos bien o mal un herramienta tan poderosa como el lenguaje, cuyo uso inadecuado puede traicionar a educadores, políticos, periodistas o lingüistas” dijo Marina. “Su enorme potencia encierra toda la magia de los símbolos y de él depende toda nuestra estructura inteligente, que es esencialmente lingüística”, concluyó.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz; el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, y el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo, abrieron junto a la princesa de Asturias y el director dela RAE esta reunión que organizan la Fundación del Español Urgente (Fundéu, BBVA) y la Fundación San Millán.

Sanar o matar

“El lenguaje es como un cuchillo, que sirve para matar y cortar el pan; las palabras curan o matan” aseguró Álex Grijelmo, que contrapuso bondades y maldades de unas palabras que encierran las mejores ideas “pero que sirven también para hacer daño, engañar, ocultar la realidad y utilizarla en función de intereses particulares”.

Ángel Cano se refirió a los cambios en el lenguaje generados por la crisis y a la “nueva dimensión” que adquieren vocablos económicos. Denunció una “falta de rigor” que da pie a “mensajes equívocos y a la distorsión del lenguaje”.

“Los políticos sabemos perfectamente el valor potencial de cada palabra y, sin embargo, muchas veces convertimos nuestro discurso en una perversión del lenguaje para desnudarlo y dejarlo hueco de cualquier contenido, algo que deberíamos desterrar” propuso en su ‘mea culpa’el presidente de la Rioja, Pedro Sanz.

En los debates, que se sucederán hasta el jueves, participan profesionales de todos los ámbitos de la comunicación y la docencia. En la sesión inaugural analizaron las clave del ‘Lenguaje del poder’ periodistas como Ernesto Ekaizer, políticos como Pío Cabanillas, lingüistas como Marina Fernández o publicistas como José Antonio Llorente.

También indagarán en la claves del ‘Lenguaje informativo de las guerras, el terrorismo, la mafia y el narcotráfico’ periodistas como Rosa María Calaf, Judith Torrea o Rafale Jorba.

Magí Camps, Verónica Villafañe, Ricard Zapata o Jorge Gimeno debatirán sobre el lenguaje en torno a la inmigración, cooperación, los grupos étnicos y religiosos minoritarios. Los últimos debates girarán en torno al trato lingüístico en los medios a discapacitados físicos y psíquicos y la relación entre sociedad y homosexualidad.