Un niño en la manifestación antinuclear de Tokyo. / Reuters
CATASTROFE NATURAL

Japón vive su particular luto medio año después del tsunami

El país nipón recuerda hoy a las 20.000 víctimas de la catástrofe, que provocó una grave crisis nuclear en Fukushima

TOKYO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al grito de "Nuclear no", miles de personas han pedido en Tokio al Gobierno nipón el cierre de todas los reactores atómicos de Japón, cuando se cumplen seis meses de lucha para controlar la maltrecha central nuclear de Fukushima. El fuerte seísmo de 9 grados Richter que sacudió el noreste nipón y el posterior tsunami el 11 de marzo provocó en esa planta el peor accidente nuclear en 25 años, que obligó a evacuar a más de 80.000 familias y mantiene el 80% de los reactores del archipiélago paralizados.

"La radiactividad no tiene fronteras", "Desde Japón al mundo: ¡Perdón!" o "Energía atómica, no gracias" han sido algunos de los eslóganes que se han repetido ante el Ministerio de Industria de la capital, que alberga también la sede de la Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón. En medio de una estrecha vigilancia policial, unas 3.000 personas han formado una cadena humana que ordenadamente ha rodeado el edificio y que, en un ambiente entre indignado y festivo, ha pedido con gritos y cánticos llevar a los tribunales a los responsables de la crisis y el cierre definitivo de todas las plantas de Japón.

Los mismos mensajes se han repetido en otras manifestaciones en la capital nipona, como la del barrio de Shinjuku o el popular parque de Yoyogi, donde se han celebrado además actos de homenaje a los casi 20.000 muertos y desaparecidos por la catástrofe de marzo.

Miedo a la radiactividad

Seis meses después, más de 3.000 personas trabajan aún en la central de Fukushima para tratar de llevar a parada fría sus reactores, mientras continúa evacuada un área de 20 kilómetros en torno a la central y algunos puntos de zonas más alejadas. En el resto de la provincia permanece aún el miedo a la radiactividad: aunque siguen en sus casas, un tercio de los ciudadanos de Fukushima desearía irse pero no lo hace por los problemas y costes que acarrearía, según una encuesta conjunta del diario Asahi, la agencia Kyodo y varias televisiones locales.

"Tenemos que encontrar otras fuentes de energía y conseguir que todas las centrales nucleares de Japón se cierren ya, no dentro de 50 años", subrayaba Akira Kosuge, uno de los manifestantes ante la sede de la polémica Agencia de Seguridad Nuclear. "¿Por qué los japoneses no aprendemos de Chernóbyl?", ha añadido, mientas enseñaba una gran fotografía que mostraba a una madre llorando por su hijo durante aquel desastre.

Desde el principio de la crisis, la eléctrica TEPCO, operadora de Fukushima, subrayó la diferencia con Chernóbyl e insistió en que los accidentes ocurrieron de forma distinta y en reactores de tecnología diferente, aunque ambos fueron catalogados en el nivel 7 de máxima gravedad en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Poco a poco, el caos cundió entre los gestores de la central, y solo el trabajo de los operarios ha sido reconocido y destacado dentro del desastre organizativo generalizado, y su valor ha sido aplaudido de forma generalizada y ha valido premios como el español Príncipe de Asturias de la Concordia, esta semana, para los llamados 'Héroes de Fukushima'.

TEPCO pide disculpas

Hoy, el presidente de TEPCO, Toshio Nishizawa, ha pedido nuevamente disculpas "a los residentes alrededor de la central, a Fukushima y a todo Japón" por el accidente y ha insistido en que la eléctrica se esfuerza "para que los refugiados puedan regresar a su casa cuanto antes".

Según la televisión pública NHK, en la central se acumulan aún 100.000 toneladas de agua contaminada y el reto es lograr un enfriamiento estable de los reactores, sin que aumente el volumen de líquido, para enero de 2012. La situación en Fukushima ha provocado el cierre de buena parte de los reactores nucleares de Japón desde el 11 de marzo, bien por seguridad o bien por revisiones rutinarias, sin que por el momento se haya dado luz verde para reactivar ninguno de ellos.

En la actualidad solo once de los 54 reactores del país están en funcionamiento y, de no ponerse en marcha ninguno de los detenidos por inspecciones, para la próxima primavera estarían todos parados. Sin embargo, y pese a los llamamientos del movimiento antinuclear, esta semana quince de ellos comenzaron a someterse a las pruebas de resistencia requeridas por el Gobierno, por lo que no se descarta su reactivación en los próximos meses.

Noda visita la zona arrasada

Aunque hoy es el día del recuerdo, fue ayer el día elegido por el primer ministro, Yoshihiko Noda, para hacer su primera visita como jefe de Gobierno a las zonas arrasadas, después de haber asumido el poder formalmente hace poco más de una semana en sustitución de Naoto Kan. En la provincia de Miyagi, donde se registraron más de la mitad de las víctimas del desastre, Noda prometió reforzar la reconstrucción de las áreas asoladas, donde se acumulan todavía más de 23.000 toneladas de escombros.

Decenas de miles de personas continúan sin un techo permanente, a la espera de que el Gobierno decida dónde se construirán sus nuevas viviendas y cómo serán costeadas.El primer ministro aseguró que las peticiones de las autoridades locales de Miyagi, Iwate y Fukushima, las tres provincias más afectadas, se reflejarán en el tercer presupuesto extraordinario que el Ejecutivo prepara para afrontar los astronómicos costes de la reconstrucción.

Hasta ahora se han aprobado dos presupuestos extras por un total de 6 billones de yenes (unos 56.700 millones de euros), y el tercero contemplaría entre 7 y 8 billones de yenes más para rehabilitar el noreste (entre 66.150 y 75.600 millones de euros).La creación de empleo fue otro de los compromisos que hoy adoptó Noda, después de que el desastre natural obligara a cerrar numerosas fábricas en la región y la crisis nuclear haya golpeado seriamente a la agricultura, pesca y ganadería de Fukushima.