El Arsenal vuelve a jugársela al Barça

En Can Barça aún siguen tirándose de los pelos por no poder impedir en el ya lejano 2003 la marcha al Arsenal de un joven jugador de 16 años llamado Cesc Fábregas. Casi ocho años después, el Barcelona sigue intentando verano tras verano devolver a casa al hijo pródigo aunque sea a costa de desembolsar una buena cantidad de millones que hasta ahora el club londinense se ha negado a aceptar. Pero lejos de aprender la lección, los azulgrana han vuelto a caer en la misma trampa. El Arsenal -al que muchos en Barcelona optan ya por convertir en club non grato- ha repetido jugada y ha vuelto a pescar en la cantera blaugrana. Esta vez en las botas de otro joven de 16 años, Jon Toral Harper. El muchacho, hijo de madre inglesa, se comprometerá próximamente con los 'gunners' durante los próximos 4 años a razón de 300.000 euros anuales. Su fichaje rondará los 400.000 euros, una mínima parte de los que llegará a valer en un futuro de llegar a convertirse en la estrella que todos adivinan en él.

La directiva dirigida por Sandro Rossel ha puesto, como no podía ser de otra manera, el grito en el cielo, y ha calificado de inmoral lo sucedido. "No nos gusta que lleguen clubes de fuera con el dinero justo antes de los 16 años", dijo el presidente. "Es legal, pero un poco inmoral", añadió.

Existen más ingredientes que hacen de este fichaje todo un culebrón. Y es que el representante del jugador es nada menos que Pere Guardiola, hermano de Pep, entrenador azulgrana. En el Camp Nou están indignados con esta nueva jugarreta del Arsenal. Y muchos dentro y fuera de club hablan ya de venganza. Hablan de Cesc.