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ElPozo castiga al Lobelle

Los murcianos, que jugarán su quinta final consecutiva, se medirán al Barça

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ElPozo Murcia ha obtenido, por quinta vez consecutiva, el billete para la final de la Copa de España, una vez que dejó en el camino (2-3) al Xacobeo Lobelle de Santiago, que ofreció una versión reducida de sus notables argumentos para acabar sucumbiendo ante le pegada murciana.

El cuadro pimentonero se mantiene en la cresta de la ola a pesar de los pesares. Los quinielas, que no le dejaban bien parado antes del comienzo de la Copa, se han vuelto a equivocar. Los de Duda podrán luchar por reeditar el título conseguido en Santiago y lo harán frente al 'todopoderoso' Barça, el líder de la Liga.

Los dos goles murcianos llegaron en un abrir y cerrar de ojos. Vinicius, en un doble rechace, y Kike -a pase de Álvaro-- establecieron el 0-2 a los 12 minutos. Lobelle había perdido fuelle y no se parecía en nada al equipo que avasalló al Inter Movistar en la primera mitad de los cuartos de final este pasado viernes.

Los de Duda, sin grandes alardes, asumían un colchón importante para la segunda parte, sabedores de que los gallegos saldrían a dejarse el alma. Y así fue. El equipo dirigido por Tomás de Dios -con más de 300 gargantas apoyándole en la grada-- buscó lanzado las inmediaciones del área rival para acabar recortando distancias. Una discutida falta, a unos 12 metros, permitió a Aicardo marcar el primero del Lobelle.

Con el 1-2 fue ElPozo quien tiró de galones para apagar la valentía santiaguesa. Si bien es cierto que se cargó de faltas muy pronto -la quinta llegó a nueve minutos del final-, logró el tercero en botas de Barroso. El ala melillense finalizó una jugada a balón parado para colocar el 1-3 y devolver la tranquilidad a la parroquia murciana.

Pero no duró en exceso la alegría del vigente campeón, que encajó el segundo merced a un zarpazo de Pola, quién reestableció la emoción a cinco del final. De Dios se la jugó con 'portero-jugador', pero Raúl estuvo soberbio y evitó la prórroga. ElPozo aguantó el tipo y confirmó su presencia en el último escalón para tocar el cielo de Segovia.