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Obama afronta una cita decisiva para su mandato

La economía, y en particular la creación de empleo, dominará la intervención de un presidente que prepara la reelección

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La economía, y en particular la creación de empleo, será el asunto que domine el discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre el Estado de la Unión.

Tradicionalmente, este discurso ante las dos Cámaras del Congreso sirve para enumerar las prioridades legislativas de un presidente y hace las veces de bitácora para el curso político. Pero el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ya ha apuntado que, en esta ocasión, el discurso no será "una lista de la compra". En su lugar, Obama -que continúa trabajando en el borrador- optará por centrarse de modo casi exclusivo en la economía, la gran preocupación de los estadounidenses según las encuestas y el asunto en que la Casa Blanca debe centrarse en los próximos meses si quiere llegar con garantías a las elecciones de 2012.

En un vídeo enviado este fin de semana a los votantes de a pie que le apoyaron en 2008, el presidente mismo ya lo apuntó así. "El foco número uno" del discurso será "asegurarnos de que somos competitivos, de que crecemos, de que creamos empleos no solo ahora sino que los seguimos creando en el futuro", dijo.

Fomento de la competitividad

En este sentido, Obama indicó que para conseguirlo, una de sus metas será fomentar la competitividad de Estados Unidos frente al resto del mundo y aumentar las exportaciones. Podría, por ello, incluir un llamamiento al Congreso a ratificar los tratados de libre comercio pendientes con Colombia y Panamá, como ya hizo el año pasado. Obama ya ha incidido en estos temas en los últimos días. Durante la visita de Estado del presidente chino, Hu Jintao, destacó los contratos de compras chinas de productos estadounidenses, por valor de 45.000 millones de dólares, como un logro que permitirá apuntalar decenas de miles de puestos de trabajo.

Uno de los objetivos que se ha trazado la Casa Blanca es doblar las exportaciones en el plazo de cinco años. Con ello, espera reducir de manera significativa un índice de desempleo que se encuentra en el 9,4%, un nivel elevado para Estados Unidos.

Obama también se referirá en su discurso, según ha adelantado la Casa Blanca, al fuerte déficit presupuestario, de más de 1,3 billones de dólares y la necesidad de recortar la deuda. Será necesario para ello, según ha admitido la Administración, recortar programas gubernamentales y atajar ineficiencias. Qué programas, y qué se debe considerar ineficiencia, será objeto sin duda de una intensa batalla con la oposición republicana, que desde principios de este mes controla la Cámara de Representantes. Los republicanos, que se impusieron en las elecciones legislativas de noviembre con la promesa de una mayor frugalidad fiscal, reclaman recortes drásticos, mientras que la Casa Blanca teme que una gran retirada de fondos pueda afectar la incipiente recuperación económica.

El tiroteo de Tucson, en la memoria de todos

Ante el debate que se anticipa, y los reproches que ya han intercambiado en numerosas ocasiones republicanos y demócratas, Obama aprovechará también su discurso para reiterar su llamamiento a un discurso político civilizado y a una colaboración entre los partidos. Retomará así uno de los 'leitmotiv' de su discurso en Tucson hace dos semanas, cuando participó en un acto de homenaje a las víctimas del tiroteo del día 8 con una alocución en la que instó a la unidad. "Puede que no consigamos impedir todo el mal que hay en el mundo, pero sé que cómo nos tratemos los unos a los otros depende por completo de nosotros mismos", arguyó.

Por invitación de la Casa Blanca, algunos de los afectados por el tiroteo, como los padres de Christina Taylor Greene, la víctima mortal más joven, o el voluntario Daniel Hernández, uno de los que dio los primeros auxilios a la legisladora Gabrielle Giffords, estarán en la tribuna de invitados, junto a Michelle Obama.

El presidente estadounidense llega a este discurso en un momento dulce. Las encuestas apuntan a una recuperación de su popularidad tras la caída durante las legislativas de noviembre.