FÚTBOL | COPA DEL REY

Los suplentes del Madrid se ganan la cruz

Los blancos perdieron sin orgullo en Valencia, pero recibirán el jueves al Atlético en la ida de cuartos de Copa

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se cubrieron de gloria. Los suplentes del Real Madrid se sumergieron en el tedio tras el 8-0 del partido de ida y con la apatía y desinterés que mostraron en el estadio del Levante dieron motivos a Mourinho para poner cruces. Benzema, Granero y Canales, por sólo citar a tres de los cuatro hombres de ataque, porque Pedro León al menos intentó algo, no dieron la talla en el Ciudad de Valencia y provocaron que el Madrid cayese sin orgullo y que la vuelta de octavos se convirtiese en un trámite de aburrimiento insufrible. Solamente lo animaron los goles del Levante, que fue mejor que un Madrid sin alma que dio pena y fue ridiculizado. El único titular, Benzema, después de marcar tres goles en la ida, volvió a las andadas y dio otro paso atrás ante Mourinho. Era día de Reyes y los reservas del Madrid quisieron tomarse la noche libre.

Con menos espíritu competitivo que en un entrenamiento, aparte del delantero francés, los no habituales podían haber ganado algún punto a los ojos de su entrenador, pero prefirieron renunciar a competir y el Madrid sufrió su segunda derrota de la temporada tras la goleada del Camp Nou. Casualmente, ante otro equipo azulgrana. La imagen madridista fue pésima, y Mourinho, que tanto se divertía al principio en el banquillo, acabó de muy mal humor por el ejercicio de desidia de los suyos frente a un rival al que el Madrid tampoco pudo ganar en la Liga, aunque sí le vapuleó en la Copa en el Bernabéu.

El Levante incluso pudo ganar por más goles si hubiese tenido más puntería inmediatamente después del penalti cometido por Gago, que jugó su primer partido oficial de la temporada, mientras que para Kaká fue el segundo y estuvo en el campo más de media hora. Apenas participó el brasileño, aunque mandó de cabeza al larguero en el minuto 82. El Madrid, lento hasta la desesperación, se quedó hasta sin balón cuando el Levante se adelantó. Los blancos, descolocados y sin bandas, no remataron entre los tres palos hasta ese momento. Su primer remate a puerta no llegó hasta el minuto 35. En un partido de tal calibre Mourinho podía haber aprovechado para dar la oportunidad al joven Morata, pero no le concedió ningún minuto. Seguramente también se habría contagiado de sus compañeros. El Madrid dio pena en Valencia, aunque el jueves recibirá al Atlético en la ida de cuartos de final.