Baja tras una polémica elección de candidato

La baja de Francisco Álvarez-Cascos en el PP ha sido su contundente respuesta menos de 48 horas después de que Mariano Rajoy optase por descartar al exvicepresidente del Gobierno como candidato a la Presidencia del Principado y designar a Isabel Pérez-Espinosa, la concejala del Ayuntamiento de Oviedo propuesta por la dirección regional de los populares asturianos.

El presidente del PP truncaba de esta forma la confianza que mantenían no sólo el político gijonés, sino también los numerosos afiliados asturianos que reivindicaban el retorno a la política del exministro. La decisión de Rajoy ha desatado la indignación en los partidarios de Cascos. No sólo por por inesperada, sino también por la formas empleadas. Una votación en el comité electoral nacional con tres votos a favor, uno en contra y tres abstenciones y un comunicado de apenas once líneas fueron el sistema elegido para descabalgar a quien fuera secretario general del PP.

La dirección nacional mantiene como argumentos su deseo de impulsar la renovación del partido que tan buenos resultados les ha dado en Cataluña con Alicia Sánchez-Camacho y la necesidad de evitar una ruptura en el PP asturiano. La condición planteada por Cascos de celebrar un congreso extraordinario fue, no obstante, uno de los elementos más determinantes. En septiembre, el propio exministro trasladó a Rajoy la idoneidad de celebrar un cónclave en el que los afiliados dictaminasen el nuevo liderazgo en el PP de Asturias. El exministro no estaba dispuesto a ser un “candidato florero” en manos del aparato regional. Diez alcaldes del PP asturiano respaldaron esta petición a la que que la dirección regional que encabeza Ovidio Sánchez se opuso de forma radical.

Apoyos a Cascos

Pero las justificaciones de Génova no han convencido en absoluto a quienes han defendido durante más de un año la candidatura de Álvarez-Cascos. “Estoy sorprendido por la decisión que ha tomado el comité electoral nacional”. Éstas fueron las únicas palabra que se atrevió a decir Isidro Fernández Rozada, expresidente del PP asturiano y referente histórico del partido en la región. Otros han sido más contundentes. “Se ha despreciado a la militancia y a los asturianos. Esto es un error que refleja lo que pesa Asturias para Rajoy”, ha criticado abiertamente el diputado regional Pelayo Roces.

El rechazo a la decisión de Rajoy ha quedado también ampliamente reflejado en la página web de apoyo creada para impulsar la candidatura de Cascos. Militantes del PP que, con su nombre y apellidos, se han mostrado dispuestos a votar al exministro en las elecciones regionales encabece o no la candidatura del PP y peticiones incluso de que liderase una alternativa distinta. No entienden la proclamación de Espinosa después de que Rajoy prometiera personalmente a Cascos su apoyo. Se sienten “traicionados”.

La llamada a la unidad de Isabel Pérez-Espinosa, que ayer se manifestaba “convencida” de contar con “el apoyo” de Álvarez-Cascos no ha servido para calmar los ánimos de los partidarios del exministro. Para ellos resultan poco creíbles las propuestas de reconciliación del sector oficial que, recuerdan, llegó a equiparar su defensa de Álvarez-Cascos con la 'kale borroka'. También las palabras del alcalde de Oviedo, descalificando a Cascos como “sexagenario” se mantienen como una herida abierta en las filas de los autodenominados 'casquistas'. Descalificaciones ante las que Cascos apeló a la autoridad de Génova sin más respuesta que el silencio.