'don't ask, don't tell'

El Senado de EEUU aprueba revocar la ley contra los soldados homosexuales

El respaldo, con 65 votos a favor y 31 en contra, allana el camino para que Obama promulgue la norma antes de que acabe el año

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El Senado de EEUU ha respaldado por 65 votos a favor y 31 en contra derogar una ley de 1993 que impide a los soldados abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas del país y que ha provocado la expulsión de unos 13.500 militares.

La medida ha llegado sólo unas horas después de que la Cámara Alta diese, en un voto de procedimiento, un sólido respaldo a clausurar el debate y realizar la votación por lo que se esperaba la aprobación de la iniciativa. La versión sometida a votación es idéntica a la aprobada el miércoles por la Cámara de Representantes por lo que el próximo paso será que el presidente Barack Obama promulgue ley, algo que se espera ocurra antes de finales de este mismo año.

Obama ha celebrado en un comunicado el que ha descrito como un "paso histórico" del Senado. Al poner fin al 'Don't Ask, Don't Tell' nuestra nación ya no se verá privada del servicio de miles de estadounidenses patrióticos obligados a dejar las Fuerzas Armadas pese a los años de comportamiento ejemplar porque resulta que son gay", ha indicado. El presidente ha añadido que, además, la abolición de la medida permitirá que otros muchos miles dejen de mentir para ser poder servir al país. "Estoy absolutamente convencido de que el llevar a cabo este cambio no servirá más que para subrayar el profesionalismo de nuestras tropas como las mejor dirigidas y las mejores entrenadas del mundo", ha agregado.

Una promesa de campaña

El inquilino de la Casa Blanca había prometido durante su campaña presidencial de 2008 que lucharía para revocar la ley conocida como 'Don't Ask, Don't Tell' ('No preguntes, no cuentes') aprobada durante la presidencia de Bill Clinton. La ley permite a los gais ser miembros de las Fuerzas Armadas siempre que no divulguen su orientación sexual, lo que en su día se consideró como un "término medio" entre la propuesta de Clinton de levantar la prohibición y quienes consideraban perjudicial que los homosexuales formaran parte de las Fuerzas Armadas.

La campaña de los demócratas a favor de la iniciativa se intensificó tras la publicación el 30 de noviembre de un estudio elaborado por el Pentágono que concluye que la derogación de la ley no afectará la eficiencia de las Fuerzas Armadas. El estudio concluyó que el 70% de 115.000 militares y 44.000 parejas de militares consultados creen que el impacto de la revocación de la ley sería "positivo, mixto o inexistente".

Entre los opositores de la medida destaca el senador republicano por Arizona John McCain, rival de Obama durante las elecciones presidenciales del 2008, quien considera perjudicial el impulsar una iniciativa de este tipo en tiempos de guerra. Pese a que en general las Fuerzas Armadas respaldan la medida, el informe publicado en noviembre revela que las unidades de combate y los marines se oponen mayoritariamente a ella.

Grupos de defensa de los derechos de los homosexuales como Human Rights Campaign han celebrado el desenlace en el Senado, al señalar que leyes discriminatorias como 'Don't Ask, Don't Tell' pasarán a formar ahora parte de la historia.

Pese a la aprobación del Congreso y la que se espera sea una inminente promulgación de la ley, los cambios no entrarán inmediatamente en vigor. Según lo estipulado en el proyecto de ley, el presidente y sus principales asesores militares deben garantizar al Congreso que la revocación de la prohibición no perjudicará a las Fuerzas Armadas, tras lo que pasará un periodo de 60 días antes de que entren en vigor los cambios. Algunos observadores han pronosticado que podría ser necesario un año antes de que la ley de la presidencia de Clinton sea eliminada definitivamente.