Lisboa acogerá la cumbre que canceló Obama cuando estaba prevista bajo presidencia española en Madrid

La Unión Europea y Estados Unidos celebrarán una cumbre el próximo 20 de noviembre en Lisboa, con la asistencia del presidente estadounidense, Barack Obama. Los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, han anunciado en un comunicado la cita, que llegará tras una invitación de la parte comunitaria. El objetivo es "confirmar la agenda transatlántica y avanzar la cooperación en asuntos de mutuo interés".

La fecha y lugar de la cita han sido acordados por las partes aprovechando que el 19 y 20 de noviembre la capital lusa también albergará la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN y el presidente norteamericano estará allí. La reunión de Lisboa permitirá a ambas partes reanudar los contactos al más alto nivel después de que Obama cancelara una cumbre con la UE en mayo pasado que había programado la entonces presidencia de turno española en Madrid y que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero anunció como una de las prioridades del semestre.

Plantón a Madrid

Cuando se confirmó que Obama no viajaría a España, el Gobierno restó importancia a la suspensión del encuentro y negó que se tratara de un fracaso de la presidencia española. El ministro de Asuntos Exteriores insistió por entonces en que la relación de la UE con Washington como la bilateral entre España y EEUU es "muy buena" y que la decisión de Obama de no viajar a Madrid no supone "en absoluto" un desplante.

"Hemos comprendido que por razones de agenda (...) el presidente Obama tenía previsto venir a la cumbre y no lo va a poder hacer", explicaba Moratinos en febrero pasado, cuando recordó que no hay hoy en día ninguna "necesidad urgente" de celebrar el encuentro.

Ya entonces fuentes comunitarias adelantaron que se barajaba la opción de proponer a Washington la organización de esa cita coincidiendo con la cumbre de líderes de la OTAN. El de noviembre será el primer encuentro entre las partes desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y refleja el compromiso de las presidencias rotarias de este año, España y Bélgica, para celebrar la cita antes de que acabase 2010, según han resaltado fuentes comunitarias.