desarme nuclear

Brasil y Turquía se quedan solos en el Consejo de Seguridad de la ONU en defensa de un Irán indiferente

EEUU consigue que salga adelante el cuarto paquete de sanciones con la abstención del Líbano y el voto en contra de los nuevos aliados de Ahmadineyad

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una cuarta ronda de sanciones contra Irán por su programa nuclear con doce votos a favor, la oposición de Turquía y Brasil y la abstención del Líbano. Tal y como había adelantado la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, se trata de las sanciones "más importantes" adoptadas hasta ahora. Clinton hacía estas declaraciones desde Quito, donde ha asistido a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Tras reunirse con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, la secretaria de Estado subrayaba que había "un nivel de unidad" muy importante en torno a la necesidad de una nueva resolución de condena a Irán por desafiar a la comunidad internacional con su negativa a poner fin a su programa nuclear.

La propuesta de sanción partió de EEUU, que sumó el apoyo de Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, El pasado 18 de mayo presentó el proyecto de resolución que reforzaba el actual régimen de contra Irán y establecía nuevas restricciones.

Votos necesarios

Tras semanas de negociaciones con los otros miembros del Consejo de Seguridad, el documento que ha salido adelante ha suavizado algunas de las medidas contra el régimen de Ahmadineyad, así como las obligaciones de otros países a cumplirlas. De todas maneras, impone por primera vez restricciones para la venta a Irán de armas convencionales y endurece el régimen de inspecciones a las embarcaciones y aviones iraníes, así como de las actividades financieras y bancarias del país, entre otras cosas.

Brasil y Turquía, nuevoa aliados de Irán, ha votado en contra. Consideran que se debe dar más tiempo a la diplomacia después del acuerdo que alcanzaron en mayo con el régimen iraní, cuando las grandes potencias ya estaban negociando el nuevo castigo a Teherán. Por ese acuerdo, Irán se comprometió a entregar a los turcos 1,2 toneladas de uranio enriquecido al 3,5%, para recuperar un año después 120 kilos del material purificado en un 20% para un reactor de uso médico.

Nuevo desafío iraní

La reacción del presidente iraní no se ha hecho esperar. Según sus palabras, el nuevo paquete de sanciones "no tiene valor" y debería tirarse "a la papelera como un pañuelo usado", según ha informado la agencia oficial ISNA. También el enviado de Teherán ante la Agencia Internacional de la Energía Atómica, (AIEA), Ali Asghar Soltanieh, ha reiterado que pese a la votación del Consejo de Seguridad "nada cambiará" porque el programa nacional de enriquecimiento de uranio seguirá adelante. "La República Islámica de Irán continuará con sus actividades de enriquecimiento", sentenciaba desde Viena.

El parlamentario Alaeddin Boroujerdi ha anunciado que ahora los legisladores revisarán el grado de cooperación con la AIEA como un asunto de "doble urgencia". El Parlamento tiene la potestad para obligar al Gobierno a modificar su colaboración con la agencia de la ONU, como ya hizo en el año 2006.

Desde Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha señalado que la cuarta ronda de sanciones suponen un "mensaje inequívoco" para este país pero no cierran la puerta a la diplomacia. "Nos aseguraremos de que estas sanciones se aplican con firmeza, mientras continuamos refinando y aplicando nuestras propias sanciones a Irán", precisaba, al tiempo que matizaba que "no hay ningún doble rasero aquí". "Lo hemos dejado claro, una y otra vez, que respetamos el derecho de Irán, como de todos los países, a acceder a la energía nuclear pacífica".