La red social de corbata y tarjeta

En cuántas ocasiones no le habrá pasado. Un incidente en la cocina, necesita urgentemente un fontanero. Mira las páginas amarillas, las plataformas web, los propios anuncios que con un incivismo extremo dejan pegados estos profesionales en los telefonillos de las casas... pero no se fía. Así que termina poniendo un mensaje en una red social pidiendo «un fontanero de confianza».

La misma situación se produce con cualquier otro profesional, lo importante es tener una referencia, alguien que avale que es fiable. Pues con esa mentalidad se ha instaurando en Cádiz (llevan poco más de un mes trabajando) el grupo BNI, que integra a profesionales de distintos sectores con una máxima: compartir la red de contactos para hacer negocio.

‘Do ut des’, te doy para que me des.

La presidenta del grupo BNI de Cádiz es Cristina Romero. Esta empresaria explica que el grupo funciona como una «networking profesional, un método de trabajo que está en pleno auge». Detalla que el método no es un fin en sí mismo, sino una estrategia «para ayudar a las empresas y profesionales a que aumenten su cartera de negocio con algo tan tradicional como el marketing de boca a boca o de referencia». Porque lo más valioso que aportan estos 39 profesionales que de momento componen el grupo, es su red de contactos.

Para poder atender sus necesidades cotidianas, explica Romero, el grupo se reúne una vez por semana. Como la mayoría son autónomos «intentamos que las reuniones no interfieran con nuestro trabajo, por lo que suelen ser a las 6.45 de la mañana». En ellas, cada empresa tiene en torno a un minuto para contar su situación y decir qué necesita. El resto del grupo, con esa información, le puede «prestar» sus contactos.

Seguramente usted, mientras lee esto, está pensando en que siempre que se establece un sistema basado en las buenas voluntades surge un listillo que no comparte y que sólo acude a beneficiarse. «En este grupo se hace un control, por unos delegados escogidos para ello, de la actividad que realiza cada uno: si se detecta que hay un empresario que no aporta se le invita a irse», explica la presidenta de esta plataforma.

No obstante, añade que «facilitar el contacto también beneficia a quien lo da, porque suele está ayudando a una tercera persona a hacer negocios y aportando su referencia». Obviamente, para que funciones este sistema, también está prohibido tratar de cobrar por aportar este tipo de información.

A los periodistas nos gusta pensar que la información es poder. De momento, según detallan desde el BNI de Cádiz, la información que se ha compartido en el grupo ha generado, en negocios cerrados, unos beneficios de 70.000 euros, «pese a que hemos arrancado como grupo el 19 de abril». El modelo BNI, detalla Romero, funciona como franquicia. Se desarrolló en Estados Unidos en 1985 y está presente en 72 países.

Los grupos están compuestos por profesionales que no compiten entre sí. «Aquí en Cádiz tenemos a abogados de distintas ramas, especialistas médicos, una periodista, organizadores de eventos, profesionales de la banca...» aportan en la red de trabajo gaditana que, en caso de necesidad, puede pedir contactos a otra red de BNI del resto de España.

«Lo importante es no encontrarse con una ‘puerta fría’ cuando se va a hacer negocio, sino encontrar alguien que ya se fía de ti. Es hacer negocios sobre la base de la confianza».