Los contagios de tosferina se duplican en Cádiz en cinco años

El sorpresivo adelanto de la vacunación contra la tosferina que ha anunciado el consejero de Salud, Aquilino Alonso, ha generado cierta preocupación entre las mujeres embarazadas. Si bien la medida iba a empezar a aplicarse en enero, la llegada de una remesa de dosis ha permitido adelantar la prevención, que llega después de que tres bebés andaluces hayan fallecido a causa de esta enfermedad. Será a partir de este lunes cuando se comience a dispensar las dosis a las gestantes que se encuentren entre la semana 28 y la 32 –entre los seis y los siete meses–.

La tosferina es una infección aguda que afecta al aparato respiratorio y resulta más agresiva en lactantes menores de seis meses.

Es por eso que está incluida en el calendario de vacunación, que contempla hasta cuatro dosis antes de cumplir los 18 meses. Desde 2009 el número de casos ha crecido de forma rápida, con un mayor impacto entre las mujeres. En toda Andalucía se contabilizaron en 2014 un total de 243 contagios, cuatro veces más que hace cinco años, según la Memoria de la Consejería de Salud. En lo que toca a Cádiz, su incidencia es francamente baja, pero también ha sufrido ese incremento, pasando de ocho casos a 17 en 2014. Precisamente la tosferina es una enfermedad de declaración obligada, con lo que figura en los registros del SAS y es necesario llevar a cabo un seguimiento.

Especialistas del ámbito de la medicina de familia en la provincia destacan que este aumento se debe a múltiples factores que podrían ir desde «la evolución natural del contagio, que ahora sufre un pico, a la propia casualidad e incluso el tránsito de personas de otros países que pueden no haber sido vacunados durante la infancia».

A pesar de ese incremento de la casuística, la Junta de Andalucía no había decidido hasta ahora ampliar esa prevención a las mujeres embarazadas como sí realiza en otras comunidades. Es el caso de Cataluña, Asturias, País Vasco, Navarra, Valencia, Extremadura y Canarias.

En este caso, como en tantos otros, los especialistas se encuentran divididos. LA VOZ ha consultado a varios médicos de familia para que valoren la situación y hasta qué punto esta medida de prevención puede ser útil. Dada la baja tasa de incidencia de la tosferina, coinciden en que «no hay que dejarse llevar por la alarma». Aseguran que las dudas de las embarazadas en la consulta han crecido conforme se han lanzado anuncios apresurados por parte de las administraciones públicas.

Uno de ellos admite que ha sido en estos días cuando más preguntan, «mucho más que tras conocerse las muertes de los bebés que aparecieron en la prensa». Sobre la conveniencia de esta vacuna, que ha sufrido problemas de desabastecimiento en todos los ámbitos, parece haber menos unanimidad entre los especialistas. Unos se muestran partidario de la profilaxis para evitar riesgos, mientras que otros lo atribuyen a los designios del propio mercado farmacéutico. Sin embargo, destacan que la vacunación ya la realizan con éxito casi la mitad de las comunidades españolas y no se han registrado casos graves de efectos secundarios.