EL LABERINTO

La Diplomatura en Medicina

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La asistencia sanitaria, y más concretamente la atención médica, ocupa un lugar central en las preocupaciones de los ciudadanos. Todos queremos médicos capaces y bien formados que puedan atendernos en las mejores condiciones posibles. La demanda por estudiar Medicina es altísima, de manera que sólo acceden a los estudios los alumnos que alcanzan una nota muy alta en Selectividad. A los que logran entrar, les esperan seis años de estudios para sacar la carrera, y cuatro o cinco años más de especialidad para poder ejercer en el Sistema Público de Salud. Después, tras esos 12 o 13 años de formación y de esfuerzo, llegará el momento de volcarse en los pacientes a pesar de todas las trabas y las dificultades que el sistema les ponga por delante, poniendo siempre el interés de los enfermos por encima de su propia frustración e impotencia ante situaciones de las que es una víctima más: listas de espera, consultas de tres minutos, contratos basura, falta de incentivos y un largo etcétera.

Alguien dijo no hace muchos años, «no pararemos hasta ver a los médicos ir en zapatillas». Toda una declaración política que, poco a poco, se ha ido ejecutando. La última muestra, la degradación en España al nivel de diplomatura de todos esos años de estudios que esperan a los mejores estudiantes que entran en la Universidad.

La excusa es realmente alucinante: Bolonia. No se deben haber enterado nuestros gobernantes que en Medicina, como en Arquitectura, la convergencia europea se había producido muchos años antes de que se emitiese esa declaración, y muchos años antes también de que tanta gente viviese del tema Bolonia en base a sus propios intereses y sin importarles para nada la realidad y los objetivos de la Convergencia Europea. Yo estuve en Bolonia, y precisamente se trataba de extender a todo el sistema universitario lo que ya ocurría en Medicina: el mismo nivel académico y profesional para todos los universitarios europeos.

Pero ahora, los médicos españoles van a ver cómo, a diferencia de sus compañeros del resto de la Unión Europea, a ellos se les degrada su título. Esto se llama «Convergencia a la Española». Es lamentable constatar cómo los únicos logros reales logrados en ese ámbito, nuestro país los tira por la borda. Afortunadamente para los jóvenes médicos, y lamentablemente para los ciudadanos españoles, Portugal queda cerca. Y esta es la razón por la que el próximo viernes 23 de noviembre los integrantes del Foro de la Profesión Médica, por fin todos juntos, Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, Organización Médica Colegial, Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Federación de Asociaciones Científico-Médicas de España, Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina y Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, se manifestarán ante los Ministerio de Educación y de Sanidad. Y es también la razón por la que ese mismo día los estudiantes y los profesores interrumpirán sus actividades en todas las facultades de Medicina del país. Porque se está jugando, demasiado ya, con los médicos y sobre todo con el ejercicio digno de la Medicina.