Cartas

Viva el emule

Mientras desayuno mi matutina taza de café antes de ir pitando como alma que lleva el diablo rumbo al curro, observo con indignación como un joven, que presume de rebelde, sube las escaleras de la Moncloa, las mismísimas escaleras del centro de estado. Tras unas oscuras gafas de sol y acompañado de otros compañeros de profesión, músicos mediáticos o membrillos impresentables, que no es lo mismo.

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Observo los carteles de la campaña socialista y leo el mismo lema «No es lo mismo». Qué causalidad, músicos, directores de cine, actores con santo y seña, esa absurda contraseña del dedo en la ceja, y un canon digital de por medio. Un músico mediático vestido a la última, medio informal, pero carísimo, con su ropa se podría pagar la letra de este mes de mi hipoteca, que va de rebelde, que está forrado hasta las trancas y que vive en Miami, y que deja sus impuestos allí. Para colmo cede su «No es lo mismo» para apoyar a Zapatero y este dará un empujón injusto canon digital que nos afectará a todos los currantes de a pie. Y de esa forma mantener el ritmo de vida de aquellos que dedo en ceja, quieren seguir viviendo como caciques a costa del pueblo llano. ¿Hemos olvidado nuestra historia? Me suena que se repite algo, ¿no creen?

Las mentiras de la industria de la música son muchas, ahora por el mismo precio te regalan un DVD con vídeos, temas extras, pósters y entradas, al mismo precio que antes. Si ahora le ganáis, ¿cuánto ganabais antes? No es lo mismo. Pero que no es lo mismo, que en Alemania cuesta lo mismo que en España, pero allí los sueldos valen el doble. Que no es lo mismo.

Estos señores, viven a todo trapo entre Madrid y Miami, no saben ni el dinero que tienen. La industria de la música ha abusado, y abusa con los precios y las calidades. Y ahora que se asustan con la piratería quieren seguir forrándose a costa de currantes medios, aplastados por la hipoteca, la precariedad laboral, los horarios abusivos y el café y la tostada a 2 euros. Y como no nos queda más dinero, compramos en el top manta y utilizamos el Emule.

Pero qué valor moral tenéis aquellos del dedito en la ceja, que pasáis a una posición dominante y abusiva, queriendo imponer un canon rastrero de sentimientos. Nadie puede pedir moral desde la inmoralidad y venderse a los políticos cuando a ellos, por dinero les venga bien. Los escritores no están sufriendo lo mismo, las editoriales e imprentas ajustan los precios al máximo para no cargar al lector demasiado, así es como en España en los últimos años se han duplicado las ventas de libros, en este caso no ha afectado las nuevas tecnologías y la piratería. Un buen libro lo puedes encontrar desde 6 hasta 20 euros.

Así que os animo a todos a utilizar las nuevas tecnologías para no pagar yates, casonas en Miami, etc que os opongáis al canon digital y que veamos las nuevas tecnologías y el Emule como una nueva versión de un comunismo libertario que nos libera del opresor.

Ángel C. de la Torre. Puerto Real.