Las obras

Desde hace unas semanas vengo alucinando con las obras que nos están prometiendo los políticos para nuestra ciudad en un plazo más o menos breve, pero una gran mayoría en un tiempo que no pasará del 2012.

De todas estas cosas que nos dibujan, están la playa de la Alameda, un sitio estupendo para hacerla, como no tenemos playas, así las barbacoas se pueden hacer en la calle Zorrilla y se le da más aliciente a la movida que existe en aquel lugar. En la Glorieta de la Zona Franca dicen que se va a construir la Plaza Multiusos, que total, se pidió hace unos meses, y junto dos extraordinarias torres y en el resto del terreno se hará una zona de ocio. Lo bien que lo van a pasar mis amigos de LA VOZ todos asomados por las ventanas viendo los espectáculos.

Se va a realizar un extraordinario parque, mayor que el Genovés, en el muelle que se va a llamar la Plaza del Mar, ya que la reja va a desaparecer y la van a mandar al Rocío para que los almonteños tengan más para saltar. Se van a construir unos aparcamientos subterráneos por toda la parte del muelle hasta la plaza de Filipinas y por arriba zona azul para aparcar más baratito. Además, lo que se va a hacer en la plaza de Sevilla va a ser una obra faraónica, lo malo es que no se sabe cuándo se van a poner de acuerdo las dos administraciones.

Independientemente de esto, nos quedan unas obras de menor importancia, como puede ser el nuevo hospital del SAS, la ciudad de la Justicia, el hotel de La Caleta, y algunas cosillas de menor envergadura.

Todo esto me trae a la memoria que estamos muy cerca de las nuevas elecciones, y que hay que ir haciendo campaña y contando, como diría Narciso Ibáñez Serrador, historias para no dormir. Debemos tener en cuenta que las obras de nuestra ciudad no son de esas que se acaban pronto y todo vuelve, más o menos a la normalidad rápidamente, y pongo por ejemplo la de la calle José del Toro, que para meter unos cuantos metros de cables o tuberías llevan casi un año. Y del solar de la calle Santiago, mejor ni hablemos, o del arreglo de la calle Arbolí, o la calle Rosario, que se ha levantado dos o tres veces.

Ahora bien, lo que se lleva el premio absoluto a la velocidad de construcción es el polideportivo del casco antiguo frente al parque Genovés, conozco algunos de los que pensaban en ir allí para hacer deporte y ya están jubilados, y otros ya no pueden moverse. Y de la estación de ferrocarril, qué me dicen; después de ser el edificio más horrible que se ha hecho en Cádiz, encima el que llega por tren cuando ve el suelo cree que está en un paisaje lunar.

Por lo tanto vamos a pedir menos dimisiones de unos y otros, que si algún día se hacen caso tendremos que traer a los políticos como a los futbolistas del extranjero.