Cádiz se deja querer por las dos empresas que rondan a la terminal de contenedores

El puerto de Cádiz busca una firma gestora para poner en funcionamiento la obra estrella del último siglo en los muelles de la capital, la nueva terminal de contenedores ubicada en el dique de Levante. Se sabía que no sería tarea fácil por la complejidad del sector del tráfico internacional de mercancías y porque esta nueva instalación nace en época de vacas flacas.

Pero contradiciendo todas las previsiones a la baja, cuando aún faltaba un mes para finalizar el plazo de presentación de solicitudes, dos firmas se han mostrado interesadas en poner en marcha la nueva terminal de contenedores. Ambas empresas han coincidido en solicitar a la APBC la ampliación del plazo para concretar con mayor detalles sus proyectos.

Por este motivo, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha resuelto la ampliación del plazo de presentación de proposiciones al concurso para la selección de ofertas para concesión administrativa, con destino a la construcción y explotación de una terminal de contenedores situada en la ampliación del Dique de Levante de la Dársena de Cádiz, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).

En dicha publicación oficial, se explica que se ha ampliado el plazo de presentación de proposiciones hasta las 14:00 horas del día 25 de mayo de 2016. La apertura de ofertas se realizará el próximo 9 de junio de 2016, a las 13:00 horas, por Resolución del Presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz de 14 de marzo de 2016, en el procedimiento del concurso para la selección de ofertas para concesión administrativa, con destino a la construcción y explotación de una terminal de contenedores.

Y según informa la Autoridad Portuaria, se ha tomado esta medida «dada la complejidad del procedimiento y después de que un par de empresas interesadas hayan solicitado más tiempo».

La Autoridad Portuaria prestará especial atención en la selección de la oferta a la «solvencia económica, solvencia técnica y garantía de la libre competencia» de los concursantes, así como a la «adaptación a la realidad del sector», para lo que se permite la implantación de una terminal de servicio público compatible con una terminal dedicada.

Ya apuntó la directora comercial del Puerto de Cádiz, Kate Bonner, que las primeras impresiones durante los contactos establecidos con grandes firmas especializadas en la gestión de terminales de contenedores habían sido muy positivas, «pero es complicado cambiar las estrategias empresariales de compañías internacionales, que planifican con años de antelación sus movimientos estratégicos».

La empresa que se haga cargo de la nueva terminal de contenedores ha de abrise a la explotación del espacio por parte de varias empresas, según opinan expertos como el propietario de Cadiship, Emilio Medina, ya que con una sola firma operando en la terminal sería más difícil que la actividad sea rentable.

La nueva terminal de Cádiz, aunque multiplica el espacio de la actual es un espacio de mediano tamaño, que encajaría muy bien ofreciendo servicios auxiliares o complementarios a otros grandes puertos como el de Algeciras o Tánger Med. Aunque ambos muelles tienen en estos momentos problemas para mantener sus cifras de negocio, inmersos en una guerra comercial internacional por mantener sus posiciones estratégicas, esto no quiere decir que la oferta gaditana no pueda interesar a opeadores nuevos en estas latitudes.

El Puerto de Cádiz ha intentado subrayar que la infraestructura que se saca a explotación presenta dos fortalezas básicas: capacidad para atender los grandes buques y la ubicación en el Estrecho de Gibraltar.

Y entre los argumentos de venta del Puerto de la Bahía de Cádiz se encuentra que éste está «estratégicamente conectado con las principales rutas mundiales de tráfico marítimo, entre los dos grandes flujos de Europa-África y América-Mediterráneo».

En el preámbulo del pliego de condiciones para la explotación de esta terminal se apunta que «si se pone la lupa en la evolución del tráfico de contenedores en los puertos que están más próximos al nodo del Estrecho de Gibraltar, se concluye que aquellos que tienen infraestructuras adecuadas para atender a los buques que transportan carga de tráficos oceánicos alrededor del mundo han crecido espectacularmente».

Pliego de condiciones

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz admitirá las siguientes modalidades de oferta:

Por una parte, como oferta que contempla la construcción de una terminal abierta al uso general que abarque la totalidad de la superficie de la concesión. O como dos terminales dentro de la concesión: una abierta al uso general, y una particular dedicada al uso particular de un naviero, compatible con la primera.

El pliego establece, asimismo, unos tráficos mínimos, así como una superficie mínima de ocupación de 60.000 metros cuadrados.

Las proposiciones deberán ir acompañadas de la información suficiente para definir todas las obras a realizar para el acondicionamiento y puesta en servicio de las instalaciones, cuya puesta en marcha se establece en 18 meses desde el otorgamiento de la misma.

La concesión se otorgará por un plazo de 35 años, que será susceptible de prorrogarse 15 años más, hasta el máximo de 50 que estable la ley.

Y la financiación sin llegar

A pesar de que en la últimas elecciones generales se produjo una supuesta filtración de un alto funcionario de Puertos del Estado, publicada en la prensa provincial, en la que se aseguraba que la tan esperada financiación para sufragar la construcción de la nueva terminal de contenedores del Puerto de Cádiz llegaría en breve, nada se sabe a fecha de hoy del dinero que debería haber llegado ya liberado de la partida de los Fondos Feder, cerrada a finales de 2015.

Cabe apuntar que esta nueva instalación ha supuesto un coste de unos 120 millones de euros. La UE se había comprometido al pago de la mitad de este presupuesto, unos 60 millones, y se anunció años atrás que junto a esta ayuda europea se concedería un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por la otra mitad, otros 60 millones de euros.

El problema surgió cuando la UE se replanteó todas las ayudas económicas a grandes infraestructuras de transporte, tras el escándalo de los aeropuertos vacíos que aparecieron por diferentes puntos de la geografía europea. Por esto motivo, en agosto de 2012, la Comisión de la Competencia paralizó el expediente del Puerto de Cádiz, y no otros como el de Granadilla en las Islas Canarias o el de Vigo. Incluso un representación de la troika vino a Cádiz a analizar el proyecto.

El expediente volvió a seguir su curso, según aseguran fuentes de Puertos del Estado, después de dos años congelado, pero lo cierto es que la obra se ha finalizado gracias a los préstamos puente que ha solicitado la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz para ganar tiempo mientras que llega el esperado maná europeo. Dos años y medio después del parón administrativo y presupuetario, Cádiz sigue esperando noticias de Bruselas.