«No vamos a salir del Ayuntamiento sin una solución en la mano»

Las dos mujeres que se encerraron el pasado viernes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz están dispuestas a seguir luchando. Reclaman salidas a una situación que califican como «desesperada» y aseguran que no piensan abandonar, especialmente después de recibir tanto apoyo ciudadano durante este fin de semana.

El colectivo de parados les proporcionó el sábado mantas y colchonetas y las ha arropado en esta protesta para llamar la atención de los responsables públicos. «Nos han dando tanto ánimo que ahora tenemos más fuerza incluso que el viernes», aseguró a LA VOZ Inmaculada, una de estas mujeres. Ella es madre de un niño de once años que tienen un problema de déficit de atención y se ha tenido que separar de él durante este fin de semana para continuar con el encierro.

«No nos gusta vernos así, pero estamos cansadas de que no se nos oiga. Queremos una reunión con el alcalde, que conozca nuestro caso y que nos diga qué pueden hacer», dice. Inmaculada vive junto a su hijo en un piso de alquiler y recibe una ayuda municipal de alimentación que se retrasa una y otra vez. «Me la concedieron en julio, pero sólo la he cobrado dos veces porque dicen que no hay dinero en Asuntos Sociales», lamenta.

Anabel tiene otra ayuda para pagar el alquiler, pero tampoco llega y se teme una orden de desahucio que además puede arrastrar a un familiar. A la hora de pedir soluciones, asegura que le dicen que no cumple los requisitos para que pueda avanzar en la lista de espera para una vivienda. «En mi casa no entra ni un ingreso, el contrato está a nombre de mi suegra y tengo dos niñas a mi cargo. Que me digan cuáles son los requisitos», dice. Por eso no está dispuesta a salir del Ayuntamiento sin una solución en la mano.

Además del colectivo de parados, que ya protagonizó un encierro anterior para exigir apoyo al Ayuntamiento, han recibido la visita de varios ciudadanos interesados por su estado, entre ellos la del propietario de la pensión Cádiz. «Nunca nos imaginamos que contaríamos con tanto apoyo. Nos quedamos con la sensación de que no estamos solas»