Rafael Martínez Murga es técnico y coordinador del Programa ZNTS
Rafael Martínez Murga es técnico y coordinador del Programa ZNTS
CÁDIZ

«Este verano hemos atendido a más de setenta niños»

La escuela-ludoteca forma parte del Programa para el Desarrollo Socio-Educativo de la Junta y Ayuntamiento

BELÉN MATA
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Rafael coordina desde hace diez años el Programa para el Desarrollo de Hábitos Socio-Educativos, también conocido como ZNTS (Zonas con Necesidad de Transformación Social), que está cofinanciado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz. Una de las áreas de éste se centra en una escuela-ludoteca impartida en este mes de julio y que finalizó ayer en el CEIP Gadir.–¿Cómo y cuándo nace la iniciativa de ofrecer una ludoteca en verano?–El área de ludoteca nació hace cuatro años cuando dimos respuesta a una necesidad que veíamos como de un tiempo atrás era el tema de la conciliación laboral de algunos de los padres que siguen teniendo necesidades. Además, los comedores escolares cierran con el curso y muchos se veían al descubierto; así que apostamos también por ello y de esta manera, cubríamos un poco las dos cosas.

–Este año en concreto es el primero que contáis con un comedor apoyado por los recursos propios municipales...–Años anteriores teníamos el comedor en concierto con la Junta porque nos sumábamos al plan de inclusión social y al de garantía alimentaria también en colaboración con la asociación Alendoy, pero este año, por primera vez, el Ayuntamiento de Cádiz apostó por tener comedor de presupuesto propio y ya está dentro del programa sin tener que solicitar las ayudas de la Junta para este caso. Aunque seguimos la línea marcada por la Junta y el servicio de comedor se ofrece una vez que los niños han disfrutado de actividades, se han socializado y han aprendido en comunidad.–¿Cuál es el perfil de acceso a este tipo de actividad?–El perfil es muy claro, no atendemos a población general, sino que siempre casos de Asuntos Sociales, familias con menores en situación de riesgo. Uno de los objetivos bonitos de este programa, a parte de la intervención en sí, es la detección de posibles casos de niños que se encuentren en situación de riesgo y lo descubrimos a través del SIVO (Servicio de Información, Valoración y Orientación) que es el canal de entrada a los Servicios Sociales donde muchos acuden a pedir actividades o clases de apoyo para sus hijos.–¿Qué acogida tienen iniciativas como ésta entre las familias?–Para el verano la acogida siempre es muy buena, hemos tenido 54 plazas con comedor y más de setenta niños han sido atendidos en total. También hemos gestionado las listas de espera de Alendoy para que fuesen niños con necesidades contrastadas hay muchos que se han tenido que dejar fuera.–En definitiva, ¿Cómo han vivido estos niños el mes de julio?–Normalmente somos muy cuadriculados a la hora de programar y nos gusta organizarlo para el buen funcionamiento, por ello tienen un cuadrante semanal y reciben apoyo escolar, deportes, juegos de movimiento y manualidades diariamente. Además, han estado organizados en grupos de edades comprendidas entre seis y nueve años y otros de 10 a 12 años.–¿Cuáles son las perspectivas de este programa?–Cabe destacar que este programa siempre ha gozado de grandes presupuestos que han ido decreciendo en los últimos años y por ello, tenemos que hacer parones de varios meses. En estos momentos, el equipo de Gobierno está estudiando la viabilidad económica de poder ampliarlo de nuevo durante todo el año.

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