Detienen a un ojeador del Cádiz por presuntos abusos sexuales

Un ojeador de la cantera del Cádiz CF, que también ha ejercido como entrenador en las categorías inferiores del club cadista, ha sido detenido esta mañana por la Policía Nacional como presunto autor de un delito continuado de abusos sexuales. Un joven de 21 años sostiene que esa persona le agredió sexualmente en reiteradas ocasiones desde los siete a los doce años, cuando fue su entrenador como benjamín y alevín.

Fuentes consultadas por este periódico confirman a LA VOZ que la presunta víctima habría sufrido importantes secuelas psicológicas que le habría impedido verbalizar unos hechos que habrían terminado hace nueve años. Y que al superar esa situación, se habría atrevido a denunciar lo ocurrido. Esas secuelas habrían sido confirmadas por personas de su entorno que ya habrían prestado declaración ante los investigadores del Servicio de Atención Familiar (SAF), perteneciente a la Comisaría Provincial.

El joven sostiene que los abusos, algunos de los cuales serían tipificados como violación, fueron prolongados en el tiempo y se habrían cometido a lo largo de los cinco años en distintos escenarios como los vestuarios o el propio domicilio del detenido. Ha asegurado a los agentes que el sospechoso habría aprovechado los desplazamientos que hacía el equipo para perpetrar los supuestos abusos. En el momento de ocurrir los hechos, el detenido rondaba la veintena.

El presunto autor es Pedro M. V., de 37 años, que como consta en diversas publicaciones oficiales del Cádiz C.F. ha ejercido como entrenador del equipo infantil, ha sido coordinador de ojeadores y técnico de las categorías base del club. Si bien, también habría ejercido en otros clubes de barrios de la capital como en Loreto. En julio del año pasado, como recoge Portal Cadista, Pedro M.V. habría dirigido las pruebas de selección para jugadores que se integrarían en los equipos de cadetes e infantiles. En dicha publicación se describen las funciones de esta persona como adjunto a las categorías inferiores como observador de la entidad amarilla.

Esta persona se encuentra en estos momentos en dependencias policiales, después de que hubiera sido arrestado esta mañana en su lugar de trabajo. Previsiblemente no pasará a disposición judicial hasta pasado mañana. Durante este tiempo, además de tomarle declaración como detenido, los agentes recaban pruebas que acrediten el principal testimonio que pesa contra esta persona. No descartan que puedan aparecer más presuntas víctimas que hayan mantenido en secreto sus experiencias por vergüenza o miedo a represalias y se animen a dar el paso al conocer que ya hay alguien que ha presentado una denuncia.

El silencio de las víctimas es un obstáculo habitual con el que se topan los investigadores a la hora de abordar delitos sexuales que afectan a menores. Y el perfil de estos delincuentes suele responder a un patrón de reincidencia en su conducta. No suele satisfacerse con una única víctima. Precisamente el mayor caso de pederastia juzgado en España, el llamado ‘caso kárate’, acabó con una condena de 302 años para Fernando Torres Baena, dueño de una academia de artes marciales en Las Palmas donde abusó de decenas de niños. El caso se destapó a raíz de una primera denuncia de una adolescente, que relató lo que estaba ocurriendo a un profesor. Los abusos, según recoge la sentencia, se habría cometido durante años de forma impune.