tragedia ferroviaria en santiago

Unidos a más de 1.000 kilómetros

La familia de una superviviente del accidente de Santiago localiza a través de los medios al vecino que la sacó del vagón

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El papel desempeñado por los medios de comunicación tras el accidente ferroviario de Santiago ha sido analizado con lupa, cuestionado y fuertemente criticado en algunos casos. También los medios de comunicación han ejercido como su propio nombre indica, sin salirse ni un milímetro de esa definición: articulándose como simples y útiles medios que han servido para comunicar. Esta historia, una entre las miles que la tragedia ha alumbrado, relata cómo una familia de San Fernando pudo localizar a la persona con la que siempre estarán en deuda de gratitud a partir de una fotografía publicada en un periódico. Los mensajeros pusieron en contacto a las dos partes y el agradecimiento recorrerá, vía telefónica, los más de mil kilómetros que separan las localidades de San Fernando y Angrois.

Fátima Reyes fue el personaje central de una de las cientos de fotografías terribles que se publicaron tras el descarrilamiento que sesgó la vida de 79 personas, entre ellas los padres de esta joven isleña de 26 años. Bajo el título ‘Nos saíu da alma’ (nos salió del alma), la imagen de Fátima con la cara ensangrentada, en brazos de un joven que la sacaba con vida del vagón y la alejaba de una zona en la que yacían ya varios cuerpos, ilustró una de las páginas publicada por ‘La Voz de Santiago’ el pasado martes.

La joven sobrevivió al desastre y hace días que se recupera en su casa de San Fernando, pero no recuerda nada ni tan siquiera al joven de camiseta celeste que la arrancó del amasijo de hierros. Su familia le enseñó esa fotografía y ella no paró desde entonces en preguntar quién era, cómo se llamaba, relataba ayer a este medio su hermano Antonio. Querían agradecerle personalmente lo que había hecho. Arrancaba así la necesidad de buscar a ese ‘ángel’ humano.

Primero acudieron a la Policía Nacional, pero las gestiones realizadas desde la Comisaría de la Isla no dieron sus frutos pero sí les abrió el camino. El misterioso joven no era ningún agente de Policía, es uno de los cientos de vecinos de la pequeña localidad de Angrois, próxima a Santiago, que llegaron a la zona del accidente antes que los servicios de emergencia. Las pesquisas se complicaban ¿por qué no acudir a los medios?

Ese recorte de prensa que guardaba la familia de Fátima sirvió para que a través de este periódico, ‘La Voz de Santiago’ supiera de la búsqueda que se había iniciado a más de mil kilómetros y en menos de una hora resolviera el enigma. A través de uno de los vecinos con los que habían hablado en el mismo escenario de la tragedia llegaron hasta Paco, que ofreció su número de teléfono móvil para que Fátima y su familia pudieran hablar con él. «Sólo te pido una cosa, que lo pongas en contacto con los familiares, pero no lo agobies con una entrevista más». Los héroes de Angrois quieren salir del epicentro mediático; quieren regresar a sus vidas anónimas. Para algunos será muy difícil dejar a un lado el recuerdo de lo vivido y hay vecinos que están recibiendo asistencia psicológica. Recordarles una y otra vez lo que hicieron no les ayuda.

El medio cumplió su cometido. Sirvió de vehículo para comunicar a dos partes. Fátima ya sabe quién fue la persona que la sacó de ese vagón.