Padilla: «Otra vez me quedo sin postre por mi culpa»

El diestro Juan José Padilla, que ha cortado hoy una oreja en el festejo de Valencia, en el que reaparecía tras pasar recientemente por el quirófano, mostró su enfado por haberse cerrado la Puerta Grande al fallar con la espada. «Otra vez me quedo sin postre por mi culpa», indicó. «Tenía las dos orejas cortadas. Lo sentía porque la gente ha estado muy entregada. Pero soy consciente que Valencia es una plaza 'de primera' y he de reconocer que el presidente ha estado en su sitio al no concedérmelas. Por eso solo me quejo de mí, tengo toda la culpa», ha afirmado Padilla en conversación telefónica minutos después de acabar el festejo.

Padilla, que poco o nada pudo hacer con el complicado toro que abrió plaza, ha mostrado todo su repertorio en el cuarto, segundo de su lote, al que toreó muy variado de capote, vibrante en banderillas y muy entregado en la muleta, pero sin espada, aunque lo importante fue verle al cien por cien después de toda una semana de médicos y postoperatorio.

«Estar aquí hoy después de esta semana tan dura tras la operación era un sueño -prosiguió Padilla -, y haber abierto hoy la Puerta Grande hubiera supuesto un plus de motivación a nivel personal, además de que me hubiera ayudado mucho para la temporada. Pero bueno, yo he mostrado todas mis armas, no me he guardado nada y me llevo el cariño y la entrega de la gente de Valencia».

Otro torero que ha puntuado en la tarde pero que igualmente se marchó contrariado fue Miguel Ángel Perera, quien reconoció que se iba de Valencia "a gusto" por las sensaciones vividas, pero "insatisfecho" por no conseguir el triunfo total de la salida a hombros.

«Las orejas están por encima de la sensaciones, y por eso, aunque me he hecho el esfuerzo de estar con el incómodo tercero y después también de disfrutar con el sexto, el premio final de un trofeo me sabe a poco», ha reconocido Perera.