segunda b | grupo iv

El hijo pródigo dice la última palabra

Adri Gallardo evita en el último suspiro la victoria del San Fernando en el derbi

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los goles fueron los protagonistas del partido que enfrentó al San Fernando con el Atlético Sanluqueño. Un derbi entretenido desde el minuto uno hasta el 92, que dejó la sensación en los locales de haber perdido dos puntos y en los visitantes de haber conseguido uno. Choque intenso en el que tanto los azulinos como los blanquiverdes se pudieron haber llevado más, aunque también menos.

Los pupilos de Masegosa salieron con mucha concentración y parecía que tenían una marcha más que sus rivales. Siempre se adelantaban a los balones, cogían los rebotes y se llevaban las carreras. Tanto es así que en sólo nueve minutos ya contaban con una ventaja de dos goles. Álvaro fue el primero en perforar las mallas y lo hizo con elegancia. Un gran pase al hueco de Cristian fue recogido por el extremo, que ganó en velocidad a su marcador y salvó la salida del portero aprovechando un bote del esférico y levantándolo para que cruzara la línea de gol. Muy pronto se ponían las cosas de cara para los azulinos, que se veían sobre el terreno muy superiores en estos primeros compases.

Prueba de ello es el segundo tanto. Una apertura de Carlitos que llega a Verdú, que hace una gran pared con Álvaro, que mete otro excelente pase al hueco para dejarle el balón en bandeja a Carriónn y sólo tiene que empujarla. Ahí el San Fernando se acomodó, ya que todos esperaban que el Sanluqueño echara los brazos abajo y desistiera ante el sobreesfuerzo que tenía que hacer para remontar. Pero quedaban muchos minutos.

Poco a poco se fue haciendo con el balón y el control del juego, si bien apenas inquietaba, salvo en un par de ocasiones, a los azulinos. El reloj ya marcaba los 45 minutos y todos esperaban el descanso, cuando el central José aprovechó un centro de Salvi, muy activo durante los 90 minutos, para acortar distancias con su remate. Un jarro de agua fría para los azulinos, que no pudieron afrontar la vuelta de vestuarios con la tranquilidad que esperaban.

Pero el fútbol también tiene sus cosas y a veces es caprichoso. De esta manera, el partido pasó de un 2-2 a un 3-1. En el minuto 58, Espinar cabeceaba al palo y tan sólo 60 segundos después Carrión metía su cabeza en el área pequeña del otro área, tras un balón dividido, para volver a llevar la calma a sus aficionados.

De nuevo el Sanluqueño lo tenía todo en contra y otra vez decidió seguir en la misma tónica, de pelear hasta el final. Otro varapalo y otra vez a estar dos tantos por debajo, algo que no mermó sus ánimos y Espinar se resarció de la jugada anterior con un gran gol. Un fuerte disparo raso desde la frontal del área se colaba por la base del palo.

Eléctrico final

A los equipos les separaba un gol cuando aún quedaban 20 minutos de partido. Tanto uno como otro tuvieron sus ocasiones, aunque fueron los últimos minutos los que más emoción tuvieron. Y es que hubiera sido un final muy diferente si en el 86’ Juanse hubiera colado en las redes el balón, tras su gran jugada pegado a la línea de cal y que decidió culminar con un disparo, que dio en la cara del portero, en vez de optar por un pase de la muerte.

Incluso si los azulinos no hubieran cometido esa falta en el descuento, alejada pero con opción a un centro que finalmente remató Adri Gallardo a gol. Un isleño llevó el delirio al banquillo de los visitantes y dejo frío al resto del estadio. El delantero salió corriendo por la inercia de conseguir un tanto tan importante, para luego juntar sus manos en un gesto de perdón hacia los aficionados del San Fernando, que despidieron con aplausos a ambos equipos por su entrega.

Los minutos finales, que en otras ocasiones tantas alegrías han dado a los azulinos, fueron los que le quitaron la victoria para al menos seguir sumando. Un punto que supo a poco para los hombres de Masegosa y que recogieron como un justo premio los de Buenaventura.