arqueología

La estructura metálica que servirá para el traslado del pecio ya está lista

Los arqueólogos han hallado en el último mes en el otro pecio localizado en la obra del muelle otros seis lingotes de plata restos de vajillas, cerámica e, incluso, aceitunas

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Hasta huesos de aceitunas. Las prospecciones arqueológicas realizados en uno de los dos pecios hallados hace meses durante las obras de la nueva terminal del puerto de Cádiz, han sacado a la luz más restos que permiten reconstruir, al menos un poco más, la historia que rodea a estas embarcaciones, datadas por los expertos en el siglo XVII. Los trabajos de excavación comenzaron el pasado 27 de agosto y hasta la semana pasada, un equipo técnico formado por siete profesionales de la empresa Tanit y tres del Centro de Arqueología Subacuática, han realizado más de un centenar de inmersiones para descubrir en ellas seis lingotes de plata, elementos pertenecientes a vajillas de peltre, cerámica y vidrio, además de pipas de caolín, así como varias botijas algunas de las cuales, al estar selladas, aún conservan su contenido. De la que está abierta, los técnicos han podido extraer los restos de centenares de aceitunas, que bien podrían ser transportadas para su consumo o razones comerciales. Estos son algunos de los detalles explicados esta mañana en rueda de prensa por el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, la delegada provincial de Educación, Cultura y Deporte, Cristina Saucedo; y la directora del Centro de Arqueología Subacuática (CAS), Carmen García Rivera, en torno a los descubrimientos del denominado pecio 2.

Del otro, el 1, Rafael Barra ha informado de que la estructura metálica construida especialmente para poder trasladarlo a 500 metros del emplazamiento original y elevarlo a una cota de menos cinco metros, ya se encuentra lista para su inmersión. La plataforma metálica forma una estructura rectangular de 26 metros de eslora que se sumergirá rodeando al pecio. Para ello es necesario que los buzos pasen de lado a lado de la estructurar 43 cinchas que abrazarán la base del barco. Eso ocurrirá a una profundidad de menos 14 metros, una distancia que solo permite a los buzos estar hora y media bajo el agua. Por ese impedimento se calcula que el trabajo de colocación pueda prolongarse alrededor de un mes. En este sentido, Barra ha declarado que los hallazgos arqueológicos no han retrasado los planes para la nueva terminal, sino que solo han sido modificados. Asegura que "están en tiempo" y que, además, en junio se dotó una partida presupuestaria de 500.000 euros extra para las prospecciones arqueológicas. Así, ha reiterado que los 14 cajones ya están fabricados y cuatro de ellos colocados en su sitio, de manera que espera que para principios de diciembre, una vez trasladado el pecio, puedan continuar los trabajos de colocación.

Mientras tanto, los buzos continúan rastreando bajo el mar (en el pecio 2) las huellas del pasado. Todos los elementos presentados esta mañana se suman a los que el CAS estudia desde hace meses en su sede del Balneario de la Palma. Se trata de otros tres lingotes de plata, dos monedas, dos planchas de cobre, troncos de madera y guayacán y un peto de hierro.