El Ayuntamiento dice por carta a los usuarios que el personal deportivo tiene un 77% más de sueldo

La herida no está cerrada. Dejó una cicatriz fea, sigue provocando algún dolor. La convocatoria de huelga que desde el 22 de febrero hasta el 23 de marzo motivó frecuentes suspensiones y alteraciones en las actividades deportivas de los dos grandes centros municipales reaparece ahora por el contraataque municipal.

Una gran parte de los trabajadores secundó, entre esas fechas, distintos paros para reclamar el abono de un supuesto retraso en el incremento salarial que tendría que haber sido abonado entre agosto de 2009 y abril de 2010.

La movilización provocó que cientos de usuarios vieran alteradas o suspendidas sus actividades (de natación a gimnasio o cualquier otra) de forma parcial o total, con especial incidencia a partir del 20 de marzo, cuando la protesta se radicalizó y se hizo indefinida.

A pesar de que habían pagado sus cuotas mensuales, miles de usuarios, o sus padres porque hay un alto porcentaje de actividad infantil, vieron como el servicio no se prestaba.

Pagaban por una actividad que no podían realizar, aunque un porcentaje bajo de profesores y usuarios mantuvo su rutina deportiva sin más incidencia que las protestas, agresivas en algunos casos, como el del aerobic vespertino, de los manifestantes.

Las hojas de reclamaciones se acumularon en el punto de acceso. También se han incrementado las bajas de clientes hartos de la conflictividad laboral de los últimos meses, que impide realizar una actividad deportiva con regularidad. Un principio de acuerdo puso fin a las protestas y a las alteraciones en el servicio del polideportivo Ciudad de Cádiz (Cortadura) y Casco Antiguo (frente a Parque Genovés). Sin embargo, el Ayuntamiento ha quedado herido, como demuestra su reacción.

Tabla salarial pública

El concejal de Deportes, Vicente Sánchez, firma una carta que ha sido remitida a todos los abonados a los servicios. En el escrito se defiende, en primer lugar, que el supuesto retraso que motivó la huelga no existe y que la movilización, por tanto «no está justificada».

Incluso, esgrime un informe de la Intervención Municipal en el que se certifica que la reclamación de atrasos «carece de fundamento legal que obligue al Instituto Municipal del Deporte a abonar» dichas cantidades. Igualmente, recuerda que «los trabajadores están al día» en sus nóminas.

Para tratar de desprestigiar los argumentos de la plantilla que protagonizó las propuestas, la carta del concejal de Deportes a los ciudadanos que tienen un abono en algunas de las instalaciones deportivas municipales incluye los sueldos de los trabajadores.

Según esa tabla, el sueldo menor, el de un monitor, es de 19.292 euros al año, cuando en 2005 ganaba 10.801 euros. Eso supone, según el envío municipal, un incremento del 78% del sueldo en seis años. El sueldo mayor, el de jefe de negociado, ha pasado en ese mismo tiempo de 11.542 euros a 20.442, con lo que también registra una subida del 77%.

El Instituto Municipal del Deporte pretende así presentar a los que se manifestaron como unos trabajadores a los que no se les debe ni un céntimo y que han registrado una notable subida durante la segunda mitad de la década anterior, es decir, pretende hacer público por carta directa que protestan sin motivo.

En cualquier caso, el concejal firmante sí da a entender que el usuario, el ciudadano al que manda el mensaje, tiene todos los motivos para el enfado y la queja.

En el último párrafo, asegura que está en estudio «la compensación necesaria a fin de resarcir el perjuicio causado [a su persona] por estos paros» y termina con una petición de «disculpas por las molestias» que hayan podido sufrir.