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Un centenar de barbateños pide al pueblo que despierte

El movimiento15 M y varios colectivos de la ciudad recorren el pueblo en contra del desempleo

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Unas cien personas se han manifestado por las calles de Barbate en contra del desempleo y la crisis económica que afecta tan profundamente a la localidad. La marcha, impulsada por el 15 M, discurre por las calles de Barbate. Los manifestantes gritan consignas a favor del empleo y la reactivación económica y exigiendo que el pueblo se despierte. Entre ellos se encuentran representantes de los trabajadores y los sindicatos y algunos partidos políticos. Además, se ha leído un manifiesto junto al mercado de Abastos, reivindicando acción política. La manifestación comenzaba a las 12 desde la rotonda de acceso al pueblo y concluía en la plaza del Faro, en la playa del Carmen, junto a la playa. Hay que recordar que el próximo dia 9 se va hacer otra movilización ciudadana a la que están convocadas las cofradías de pescadores.

Texto íntegro del manifiesto

Barbateñas, barbateños:

Nadie dijo que sería un camino fácil. Cuando nos propusimos salir a la calle para reclamar las necesidades de nuestro pueblo, sabíamos que nos adentrábamos en un sendero largo, lleno de obstáculos, que a veces haría que nos preguntásemos si seguir en la batalla merecía la pena. Hoy Barbate está peor. Continuamos encaminados hacia el olvido y el desamparo, dirigido por unas Administraciones que nos niegan cualquier ayuda que merezcamos recibir. Así, acumulando necesidades, estamos en una época en la que Barbate recibe los peores azotes de una crisis económica que afecta al resto de la sociedad, pero que aquí soportamos desde hace demasiado tiempo.

A las carencias que tiene nuestro pueblo, en los últimos meses se les ha sumado la situación insostenible que viven los trabajadores del Ayuntamiento. Pero a esta intolerable situación, se unió hace pocas semanas la ruptura del acuerdo pesquero que la Unión Europea mantenía con Marruecos, del que dependen cientos de familias de nuestra localidad. Una decisión que fue tomada en Bruselas, por aquellos que no sabrían localizar a Barbate en un mapa, pero que no han dudado en darle a nuestro pueblo una nueva estocada.

Pero hoy no solo reclamamos las ayudas necesarias para que estos trabajadores vivan dignamente. Hoy lanzamos un grito desesperado para mostrar nuestra indignación por el estado en el que se encuentra Barbate.

Un pueblo con una de las mayores tasas de paro que existen en toda España para las que nadie ofrece soluciones.

Un pueblo con grandes carencias que cada día son más urgentes, como la construcción de un centro de salud que de cobertura a los barbateños o la creación de una nueva depuradora, que llevan prometiéndose durante años por las Administraciones.

Ante este panorama no debemos quedarnos en ese lamento que domina al barbateño y que le ayuda a creer que nuestros problemas no tendrán arreglo. Tenemos que seguir pensando en el futuro como la época en la que habremos conseguido que nuestro pueblo esté a la altura no sólo de lo que necesitamos, sino también de lo que merecemos.

Tampoco debemos pensar que las dificultades de algunos son problemas ajenos cuando no nos afectan directamente. Los problemas de unos pocos son problemas de todo el pueblo, y con la voz de todos los barbateños deben ser enfrentados. En la batalla que ahora tenemos por delante no hay preferencias, nadie es mejor que nadie. No existen tipos de trabajadores, ni tampoco ideologías políticas que puedan separarnos. Todos debemos unirnos bajo el mismo grito. Basta ya. Basta ya de tanto daño. Basta ya de tanto olvido.

Si de algo deben servir días como el de hoy es para darnos cuenta que no estamos solos. Nosotros no pedimos caridad y tampoco limosna. Lo que hoy reclamamos es dignidad. Esa dignidad que da el trabajo, esa misma dignidad que otorga saber que vivimos en el mejor pueblo posible. Hoy Barbate se ahoga como si le faltara el oxígeno, pero nosotros no podemos dejar que también se ahoguen nuestros gritos de protesta. Ahora recorrer el camino es aún más difícil. Pero seguimos con la fuerza que nos da conocer que ningún barbateño está dispuesto a aceptar el trato que recibimos. Sabemos que están ensuciando y menospreciando a Barbate. Y es en nombre de Barbate por el que todos juntos tenemos que levantarnos y seguir luchando.