La escuela de pilotos trabaja ya en la renovación de la concesión para estar «muchos años en Jerez»

Con una larga trayectoria en la formación de pilotos para toda Europa, Flight Training Europe (FTE Jerez), ubicada justo al lado del aeropuerto de Jerez, se ha lanzado a la aventura de instruir controladores aéreos desde el pasado mes de diciembre. Un nuevo impulso en su labor formativa que esta mañana ha recibido el bautizo de los responsables municipales con la visita de la alcaldesa y el primer teniente de alcalde, entre otros.

Una nueva etapa que FTE Jerez inicia aprovechando las posibilidades que ha abierto la privatización de las torres de control, y que le vale ser el primer centro de formación oficialmente certificado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

"Un proyecto nuevo y pionero en España. Estamos dentro del área aeropuerto de Jerez y territorio AENA. Ellos mismos comentaban que les quedan trece años de concesión de suelo y en ello hay que trabajar con AENA, pues la inversión que requieren esto implica que luego estén el tiempo suficiente para amortizarla", ha subrayado María José García-Pelayo. También ha recalcado que en los próximos años harán falta medio millón de controlladores aéreos, de ahí que sea una formación "con salida laboral".

"Ya le he pedido que me trasladen un documento todos los asuntos que tengan pendiente con AENA y Gobierno de la nación para irlo trabajando y garantizar la continuidad del proyecto en la ciudad", ha subrayado además Pelayo.

Desde la escuela el director general de FTE Jerez, Óscar Sordo, ha hecho hincapié en que la escuela, entre futuros pilotos y controladores, ya aloja a un total de 200 estudiantes. El próximo año la intención es formar a otros 140 pilotos y alrededor de medio centenar de controladores aéreos. Ha recordado la necesidad de "dotar a esta profesión del prestigio que ha ido perdiendo" con las últimas polémicas. De hecho "es un sector en plena expansión, que excederá la oferta de pilotos en el mercado" en el futuro, según Sordo.

También se han destacado las inversiones llevadas a cabo, de unos tres millones, y las que se acometerán, de ahí la necesidad de amortizarlas con la renovación de la concesión. Ahora la escuela solo forma controladores españoles, pero Sordo confía en que la legislación sea en un futuro más flexible como en otros países y puedan formar a controladores internacionales.