bicentenario

Franceses y bandoleros toman un Mercado del Doce vacío de compradores

Las asociaciones de recreación histórica de Algodonales y Grazalema representan escenas de la Guerra de Independencia

Cádiz Actualizado: Guardar
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Casildo trabaja en una oficina del Servicio Andaluz deEmpleo en Algodonales de lunes a viernes, pero ayer, se colocó su casaca azul y se hizo pasar por François. Al menos, por alguno de los que se llamaban así hace dos siglos a las puertas de Cádiz. Con todo, lo que no logró el François original lo hizo ayer el fingido: tomar por las armas la plaza de San Antonio.

La que fuera epicentro del Cádiz asediado de 1812, es desde el miércoles el Mercado Doceañista, que por tercer año consecutivo ha sido organizado por la Unión de Comerciantes de Cádiz (UCC) para poner su granito de arena al Bicentenario y, de paso, atraer compradores al centro. Este año, sin embargo, la crisis se ha dejado notar. Tanto en el número de puestos de artesanía –de 93 que hubo en 2010 se ha pasado a unos 70, la mayoría venidos de fuera para la ocasión–, como en el número de clientes, que también se ha reducido. Al igual que en años anteriores, los vendedores se vistieron al uso decimonónico (a veces casi medieval) para ambientar el salto en el tiempo.

Lo de tomar la plaza por las armas, ayer, fue casi de verdad, pues Casildo (o François) hizo que sus compañeros del Regimiento de infantería de línea Número 40 del Ejército Francés atronasen el centro de la ciudad con sus fusiles de plomillo. Enfrente, un grupo de mujeres vestidas con faldas, madroñeras y corpiños, y otro de bandoleros, con trabucos, fajas y patillas de hacha, les ponían vestidos de limpio: «¡Asesinos, saqueadores, muerte al francés!», gritaban, mezclados con algún «¡Viva la Pepa!» y «¡Viva Cádiz!»

Desfile marcial por Cádiz

Tanto los franceses como los patriotas españoles formaban parte de las asociaciones históricas ‘Por la Resistencia de Algodonales’ y ‘Bandoleros de Grazalema’, que se dedican como ‘hobby’ a recrear batallas y escaramuzas de la Guerra de Independencia, vestidos como antaño. Además, se lo toman muy en serio y lo hacen con bastante rigor. Tanto que Casildo daba ayer las órdenes y marcaba el paso en francés, según dicta «el reglamento de 1 de agosto de 1791» –decía él de memoria–. El espectáculo formaba parte del programa de actividades del Mercado Doceañista, que ha incluido pasacalles, música en directo y pequeños entremeses teatrales cada día, y que concluye hoy.

Los actores serranos desfilaron desde el Ayuntamiento, en San Juan de Dios, hasta la plaza de San Antonio, con peleas y fusilamientos incluidos por el camino. Curiosamente, los que más entusiasmados los seguían eran los turistas franceses que habían llegado por la mañana en uno de los cruceros atracados en el puerto, y que se hicieron fotos con los soldados como si se retrataran con sus tatarabuelos.

Los bandoleros de Grazalema volverán a Cádiz pertrechados en sus trajes en agosto a otro mercado de época: la fiesta de los cañones del barrio de Puntales que también organiza la UCC, junto a la asociación de vecinos, y que además de tiendas de artesanía, incluye un pequeño parque de atracciones.