El termómetro sube en el Real

El lorenzo volvió a apretar con fuerza en la sexta jornada de feria, en la que el poco albero existente contaminaba el ambiente y el Hontoria no ofrecía el lleno que corresponde aun viernes de feria.

Los coches de caballos, los equinos y sus jinetes volvieron a colapsar las principales vías del recinto ferial, otorgándose el correspondiente ceda al paso cuando se intercedían en las rotondas del Hontoria. Justo en estas glorietas, bajo las palmeritas que las adornan, se refugiaban los turistas a la huida del solazo justiciero que enseñaba los dientes en el Real. Cerca de 40 grados según los termómetros de la avenida Álvaro Domeq, un suplicio para las pieles claras que se atrevieron a desafiar los rayos ultravioletas sin protección solar. Con mayor sensación térmica en el interior de las casetas que no disponen de aire acondicionado o ventiladores, ni que decir tiene de las vaporosas cocinas donde se fríe el pescaíto y se cuece la berza.

Si las caras de los foráneos padecían las calores de mayo, la profesionalidad de los caballistas, embotados en elegantes trajes, con corbata, sombreros de copa y mallas prietas, es merecedora de toda alabanza. Los goterones de sudor caían por la frente de los cocheros sobre las cuatro de la tarde, incitando a muchos de ellos a rebajar el coste del paseo por el Real, ofreciendo la vueltecita por 30 euros.

Esta es la primera edición de la Feria del Caballo en la que fumar está prohibido dentro de las casetas. Lo impuso Sevilla en la de abril y lo extendió Jerez en la de mayo. Los caseteros afirman que una vez que echan el cierre, son pocas las colillas que aparecen en el suelo. La gente está respetando la norma y, excepto algunos díscolos, la mayoría sale a las terrazas de los módulos caseteros a encenderse el cigarrillo que acompaña a la copa. «Para nosotros es un inconveniente porque mientras están fuera, no están consumiendo», manifestaba un casetero disgustado por aplicación de la nueva Ley del Tabaco en el González Hontoria.

Con la llegada del fin de semana, son muchas las personas de la provincia, y de fuera de ella, que aprovechan los días festivos para visitar la ciudad y disfrutar de la feria. De cara a la noche del viernes y el sábado, la Asociación Provincial de Hoteles ha contabilizado cerca del 98 por ciento de las plazas hoteleras ocupadas. Durante los primeros días de feria, la asociación ha registrado una ocupación hotelera entorno al 80 por ciento. Según su presidente, Antonio Real, los datos arrojan resultados muy positivos, si se tiene en cuenta la coyuntura de crisis económica actual y en comparación con los flojos resultados obtenidos durante Semana Santa. Los datos mantiene la línea del turista común que recibe Jerez cotidianamente. Predomina el turismo nacional, siendo los madrileños y los barceloneses los que más están visitando la ciudad. Mientras que respecto a los extranjeros, alemanes, franceses y británicos lideran la lista de foráneos que se dejan ver estas fechas.

En la jornada de ayer, los candidatos a la alcaldía retomaron la frenético ritmo de actos electorales, de cara al próximo 22 de mayo, por lo que se pudo ver de nuevo a algún candidato repartiendo abanicos propagandísticos por el Real junto a sus compañeros de lista.

Este año, con motivo de la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, las calles del Hontoria han sido bautizadas con nombres de artistas flamencos de renombre de la provincia. Sólo se ha mantenido el histórico Paseo de Las Palmeras y porque el picudo rojo aún no ha reunido el ejército suficiente para eliminarla. Aunque son muchas las personas que se fotografían bajo los nuevos membretes, son más los turistas que se desplazan por el recinto ferial en busca de las nuevas coordenadas, siempre con mapa en mano, que los propios jerezanos. Todavía serán necesarias unas cuantas ediciones más de Feria para que los de aquí asimilen estos nombres. Y es que lo más común que se oye en el Real es: «eso está entrando por el Bodosqui», «quedamos en la portada de la Avenida», o «vente para la caseta que hay junto a la puerta de Ifeca».

La tarde del viernes, caracterizada año tras año por ser testigo de un lleno seguro, lució ayer con poco gentío. La coincidencia en el calendario con otros eventos durante esta semana, como la Fiesta de Primavera y Feria del Vino Fino en El Puerto de Santa María y la Feria de San Isidro, en Madrid, está dividiendo a los peregrinos de la ruta de ferias y fiestas del mes de mayo. Decisión que afecta a quienes se benefician de los empleos eventuales que surgen en estas citas.