Los trabajadores de limpieza del Puerta del Mar protestan por mejoras salariales

El servicio de limpieza del Hospital Puerta del Mar está en pie de guerra. El motivo ha sido la negociación del nuevo convenio en el que exigen una subida real de sus salarios. Pero la propuesta de la empresa no va por el mismo camino y quiere condicionar este incremento a la productividad. En protesta, han iniciado una ronda de concentraciones de media hora ante las puertas del centro. Sólo ayer fueron 170 trabajadores, según fuentes del comité de empresa.

Estas concentraciones se transformarán en paros de dos horas en cada turno si la adjudicataria del servicio, Valoriza -que ha asumido los empleados en plantilla del centro-, no acepta las condiciones que piden.

Los trabajadores temen que nunca puedan cobrar este plus de productividad, que les supondría 400 euros más en sus nóminas, ya que no se cubren bajas ni vacaciones, «con lo que el trabajo no se saca adelante como se debería». De esta forma, «cualquier queja de usuarios u otros trabajadores del hospital nos quitaría de un plumazo el plus», recalcaron las fuentes.

La nocturnidad ha dejado de ser condición 'sine qua non' para perpetrar un robo. Los ladrones parece que le han perdido el miedo a ser pillados in fraganti y ya no miran el reloj cuando salen a 'trabajar'. No es la primera vez que en la capital una vivienda es desvalijada a plena luz del día y esta vez ha tocado en la barriada de Loreto.

La propietaria de una vivienda situada en la calle Carlos Haya denunció el pasado fin de semana que unos desconocidos habían entrado en su casa por la mañana, cuando ella se encontraba ausente. No aplicaron ningún método de guante blanco. Sin ningún temor a provocar demasiado ruido, rompieron el bombín de la cerradura y entraron en el piso. En el caso de bandas profesionales, los cacos realizan un trabajo previo de seguimiento hasta asegurarse que el inmueble está completamente vacío. Se han dado casos incluso en los que los ladrones han seguido los movimientos de sus víctimas, controlando sus rutinas para saber cuándo atacar sus propiedades.

En este caso y según la relación de objetos que ha echado en falta la propietaria, los ladrones fueron directamente a las pertenencias que son más fáciles de revender en el mercado negro: las joyas. La víctima ha cuantificado en unos 900 euros el valor de las pertenencias que le han robado.

Por el botín que se llevaron y la forma de proceder no parece que los autores de este asalto sean unos profesionales en la materia. El robo se ajusta más, según fuentes policiales, a un golpe a la desesperada, en donde los cacos buscan dinero rápido, bien en metálico u objetos de valor, que se llevan en pocos minutos sin registrar a fondo la casa.