El proyecto del comercio local junto a Ikea se abrirá a inversores de fuera

La semana que comienza es crucial para resolver el futuro del proyecto que los comerciantes jerezanos de Acoje quieren llevar a cabo junto al gigante del mueble Ikea. Han pasado, exactamente, tres años desde que en noviembre del año 2006 se fundara la sociedad Incojesa (Iniciativas Comerciales de Jerez, S. A.) con este objetivo, aunque la idea puede variar sustancialmente. Será el miércoles en el edificio de la Cámara de Comercio cuando los socios se reúnan en asamblea para abordar, entre otros asuntos del orden del día, la modificación de los estatutos.

El presidente de Incojesa, Antonio Sánchez Mejías, explicó a LA VOZ que «los estatutos actuales obligan a cada socio que quiera irse de la sociedad a vender su participación a otro socio». Cada acción de Incojesa vale 5.000 euros, así que quien no encuentre comprador estaría obligado, en principio, a permanecer en un proyecto en el que son ya varias las voces que han expresado su intención de marcharse a causa de la crisis económica.

Eso es, precisamente, lo que se quiere cambiar. El mensaje del presidente de Incojesa es muy claro: «El dinero de los socios está plenamente garantizado». Es decir, quien quiera abandonar recibirá su dinero de vuelta.

Sin exclusiones

Eso, por un lado. Porque otro de los puntos que se quieren modificar es el que hace referencia a los miembros de Incojesa. Sánchez Mejías explicó que «los estatutos ahora excluyen a quien no sea de Jerez». Tiene su lógica, ya que la idea siempre se vendió como una iniciativa de los empresarios locales para enfrentarse, o más bien integrarse, en las grandes superficies existentes.

Sin embargo, hay que insistir en que las cosas han cambiado y podrían ser muchos, con las aguas revueltas de la crisis, los que quieran abandonar el barco. Por tanto, «quizá haya que buscar otro tipo de socios», que ahora podrían ser inversores de fuera. Y es que hasta ahora, recalcó el presidente de Incojesa en relación a los estatutos, «para ser socio tenías que ser de Jerez, además de haberle comprado la acción a otro socio».

No hay que ser por tanto adivino para pronosticar que en la asamblea que se celebrará el miércoles pueden suceder tres cosas: que el proyecto continúe tal y como está, lo que significa que los 156 socios actuales desarrollarían una superficie comercial de 100.000 metros cuadrados junto a Ikea; que se disuelva la sociedad y la iniciativa pase a ser historia; o que haya cambios sobre la idea inicial.

Sánchez Mejías fue prudente: «No se puede saber lo que va a ocurrir hasta que no se celebre la asamblea,pues serán los socios los que decidan, de modo soberano».

Interrogado sobre la última posibilidad planteada, señaló que «con menos socios, quizá haya que llevar a cabo un proyecto diferente». Éste es precisamente uno de los motivos que llevan a modificar los estatutos, ya que «quizá haya que buscar otras fórmulas, con otro tipo de miembros -en referencia a inversores que no sean necesariamente de Jerez- o con menos metros». En este sentido, destacó que «han cambiado mucho las cosas desde que la sociedad se creó en el año 2006. Las cosas hoy están como están y si hay gente que se quiere ir ante las nuevas perspectivas, pues habrá que dejarla ir libremente».

Coyuntura difícil

De hecho, la complicada coyuntura económica conlleva, recordó, que para un crédito bancario se pidan «todo tipo de avales».

Por otro lado, en el caso de que «un importante número de socios» quiera seguir adelante, el siguiente paso será «cerrar todo el tema económico con el Ayuntamiento» respecto a los terrenos y luego buscar la financiación para llevar a cabo el proyecto.

El presidente de Incojesa insistió, ante quienes tengan pensado irse, que «todo el dinero inicial está garantizado en Cajasol, porque hasta ahora no ha habido ningún movimiento salvo el pago de impuestos correspondientes y de actividad económica... y como no ha habido». Así que «las cuentas están muy claras, ya que además el consejo de administración no ha tomado ni café».