MARCIAL. El almirante Muñoz-Delgado intercambia el saludo con uno de los oficiales. / MIGUEL GÓMEZ
COSTA NOROESTE

Impaciencia veterana en el Príncipe de Asturias

Juan Muñoz-Delgado tomó posesión de su cargo como Almirante de la Flota en el portaviones de la Armada

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«Con la impaciencia de un oficial en su primer destino y con la veteranía de 43 años en la Armada». Así aseguró, el nuevo Almirante de la Flota, Juan Muñoz-Delgado Díaz del Río que se sentía al tomar posesión de su nuevo cargo. Lo hacía a unas tres millas de la Base Naval de Rota sobre el portaviones Príncipe de Asturias en un acto presidido por el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo García.

Unas cien personas entre civiles, políticos y componentes de las Fuerzas Armadas embarcaron en el portaviones para asistir al nombramiento. El chifle del contramaestre avisaba de la llegada del almirante, que fue recibido con los honores de su rango militar. El piquete de honores lo esperaba a la entrada del Príncipe de Asturias, con presentación de armas y 15 cañonazos. A la travesía se unieron, continuando con el reglamento de honores de ordenanza, el buque de asalto anfibio Castilla en la popa, y las fragatas Canarias y Navarra a estribor y babor.

Un helicóptero llevó a Manuel Rebollo al portaviones desde que tomó su cargo como Jefe de Estado Mayor de la Armada. Éste resaltó la experiencia del nuevo Almirante de la Flota como «el único que ha tomado el mando de dos fuerzas puramente navales». La última, como Almirante de la Fuerza de Acción Marítima en Cartagena. También se refirió el Jefe de la Armada a los «momentos de austeridad» que atraviesa la marina. El esfuerzo, la responsabilidad y la exigencia personal fueron valores que se cruzaron en los discursos de los dos almirantes.

El acto castrense finalizaba con la entrega del bastón de mando al nuevo Almirante de la Flota en manos de su superior, que le instó a llevar la organización a su cargo a un nivel de competencias superior a la internacional siempre con «la Virgen del Carmen como guía en este cometido». El colofón lo pusieron dos Harrier AV8 que sobrevolaron la embarcación.